lunes, 15 de mayo de 2017

Terivision: The giver.

¡Hola, delicia! Hace un montón de tiempo que no escribo sobre películas, así que hoy he decidido traerte la reseña de una que vi esta semana. Se trata de:


The Giver. El la versión cinematográfica de la novela con el mismo nombre, traducida al español como El dador. Ésta es la historia de Jonas, un joven que llega a la edad en que se le asignará el trabajo que desempeñará durante toda su vida, y, en la ceremonia de la selección, se la asigna un misterioso y exclusivo trabajo, el más importante de su sociedad: será receptor de recuerdos.
No quiero contarte mucho más de la trama para no estropearte la película, pero sí que recalcaré una cosa: a pesar de que se trata de una película de futuro distópico (una de muchas, pensarás), no se parece en nada a ninguna otra que haya visto (y mira que estoy bastante versada en el tema). Tiene unos ciertos aires a Divergente, debido a la ceremonia en la que se asigna el destino a cada persona, pero, a la vez, es todo lo contrario a ese mundo: lejos de dividirse en facciones, la sociedad en la que vive Jonas trabaja codo con codo para la mejor unidad y supervivencia. Puede que el destino esté escrito y sellado, pero no existe la separación que hay en las películas protagonizadas por Shailene Woodley.
Por otro lado, podría haber una cierta similitud con Delirium, saga que aún no he leído pero que sé más o menos de qué va: también es un mundo sin sentimientos, pero aquí, no son extirpados al llegar a cierta edad: con una simple inyección matutina, las personas pierden sus sentimientos y se vuelven seres prácticamente robóticos, guiados por la lógica y el bienestar de su comunidad.
He de decir que la noche en que vi la película no tenía planeado hacerlo: se me hizo un poco tarde y no quería ver ninguna de más de una hora y media. Me metí en mi lista de pendientes y elegí esta fundamentalmente porque en ella participa Dios hecho mujer: Meryl Streep. Me apetecía verla trabajar, y, como ya había decidido hacía tiempo verla, me animé a ello.
Y me sorprendió muchísimo.
Partimos de la base de que marqué la película como pendiente fundamentalmente por el protagonista, Brenton Thwaites, una cara nueva que aparecerá en Piratas del Caribe 5. No tenía grandes expectativas de ella por el poco bombo que se le dio: el mero hecho de que un chico al que yo no conocía de nada trabajara con titantes del cine del calibre de Meryl me hizo asumir automáticamente que a) su interpretación iba a ser mala, tirando a pésima y b) la película en sí iba a ser mala, tirando a pésima.
Y no fue así para nada.
La interpretación de Brenton no es de Oscar ni mucho menos. Tampoco la de Meryl, la he visto mucho mejor en otros lugares, evidentemente. Eso no quita, no obstante, de que los dos estén más que correctos en su papel. Diría que incluso se sienten cómodos y le aportan bastante al personaje: Breton es Jonas, el protagonista, que se encuentra con la posibilidad inédita de poder hacer preguntas y saltarse las normas en una sociedad absolutamente obsesionada con ellas. Nunca ha sido un chico normal, siempre ha experimentado sensaciones que sus amigos no habían vivido, y en esta película consigue transmitir ese momento de liberación, tanto sentimental como vital, que experimenta cuando se la asigna el papel de receptor de recuerdos. Meryl, por otro lado, interpreta a la “mala” de la película, la Anciana Mayor, una suerte de alcaldesa de la ciudad en la que vive que ha de velar por el buen funcionamiento y estabilidad del sistema establecido. Meryl no lo borda (es un papel bastante plano, a mi modo de ver), pero tampoco decepciona.
Luego tenemos la trama de la historia: me ha parecido un soplo de aire fresco aunque puede, a la vez, catalogarse como más de lo mismo. Chico joven descubre que es especial, se rebela contra lo establecido, intenta cambiar su sociedad. Pero, a la vez, los tintes reflexivos, la crítica que se hace al desconocimiento del pasado en una sociedad que no dista tanto de la nuestra en el sentido del poco interés que hay por lo sucedido anteriormente y las barbaridades que tenemos que ver todos los días en el telediario, hace que tengas la impresión de que no has visto nunca nada semejante. Y es que no es así.
Por otro lado, la forma en que la película está hecha es preciosa. El guión es bastante simple, tengo la sensación de que incluso se concibió la película para ser parte de una saga que finalmente se quedó en una anécdota, pues se dejan muchas cosas abiertas que, supongo, se cerrarán en los libros. Pero el juego con los colores, lo visual que es la película, te encantará: los ancianos, dirigentes de la sociedad, han creado la igualdad hasta el punto de que han llegado a erradicar los colores. Todo esto se hace para evitar envidias y demás malos pensamientos que se supone que vienen de las diferencias, y para conseguir superar trastornos del pasado. A medida que avanza la película, nuestro protagonista va descubriendo los colores, la música… en fin, el mundo, las diferencias. Y la forma que tiene el director demostrarlo, cambiando los colores dependiendo de si vemos las cosas desde el punto de vista de Jonas o no, me ha parecido genial.
Lo mejor: esta es una película de amor, pero no es una película de amor romántica o a una determinada persona: es amor por el mundo, la historia, lo que la humanidad es (o su ideal), y por las segundas oportunidades.
Lo peor: los personajes, al margen de Jonas, parecen bastante planos, con excepción del Dador. No hay mucho trasfondo a sus acciones ni explicación: hacen lo que hacen porque sí, y punto.
La molécula efervescente: sonará raro, pero es Brenton Thwaites. Me ha encantado descubrir a un actor así, que encima le puede prestar perfectamente la cara a Alec, uno de los perosnajes de mi novela. Cada vez que él sonreía o alzaba las cejas, no veía a Jonas: veía a Al.
Grado cósmico: Estrella galáctica. {4.5/5}.
¿Y tú? ¿Has visto la película? Si es así, no dudes en dejarme un comentario contándome qué te pareció. Nos leemos pronto, espero.

2 comentarios:

  1. A mi me gustó, la verdad. Encima la vi en clase y cuando salió Taylor pegué un grito intergalactico JAJAJAJA

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. YO ME QUEDÉ MUY IMPACTADA LA VERDAD, NO ME LA ESPERABA PARA NADA, encima como sale morena al principio no la reconocí y me quedé en plan "ay madre, cómo se parece esta muchacha a Taylor Swift" xd

      Eliminar

Dedica un minutito de tu tiempo a dejarme un comentario; son realmente importantes para mí y me ayudarán a mejorar, al margen de la ilusión que me hace saber que hay personas de verdad que entran en mi blog. ¡Muchas gracias!❤