Qué podría decir de todo lo que ha pasado en este año. Mucho, muchísimo.
He cambiado muchísimo en 365 días (o tal vez sean 366, con esto de que
es bisiesto...). Me he hecho más madura, más independiente, y también
más desconfiada. He aprendido que nada me puede hundir si yo me empeño
en llegar a lo más alto. He aprendido que una sola persona puede hacer
brillar el sol en su vida, hay varias maneras, pero la mía ya es la
indiferencia. Hacerme estrella en la indiferencia me ha dado mucho
últimamente.
También creo que he crecido como artista (oh, mira la Eri, será
egocéntrica, ¿artista ella? Si es una PUTA AFICIONADA). Ya, sí, soy
aficionada, pero, ¿y qué? Todos empezamos de alguna manera. He aprendido
a salir de mí misma y dejar sitio a mi personajes, a dejarme llevar por
cómo son ellos. He visto y sentido cosas que solo los que hacen lo que
yo hago pueden decir. He mirado al mundo desde varios puntos de vista,
he podido sentir el sabor de varios sentimientos, totalmente diferentes,
mezclarse en mi boca.
He aprendido que el escenario es un lugar para respetarlo, y que si lo haces, estarás muy cómodo en él. Estarás como en casa.
Si no lo respetas, bueno... Entonces tenle pánico. Porque puede ser muy cabrón con quien se lo merece.
Los dos podemos ser cabrones con quienes se lo merecen.
T E A T R O; más de un año.
E S T R E N O; un año. Ya hace un año que soy oficialmente actriz. Ya hace un año que he empezado a vivir mi sueño.
Karma, quítame lo que quieras, si con eso me dejarás vivirlo hasta que
la señorita Muerte venga a por mí. Te daré lo que sea. Haré lo que sea, a
cambio de eso.
Gracias por todo, estrella guardiana. No sé qué sería de mí sin ti.
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