jueves, 15 de marzo de 2018

Terivision: Bajo el cielo púrpura de Roma.


Hace como dos millones de años que no escribo una reseña sobre un libro, pero lo cierto es que tengo una excusa: llevaba varios meses leyendo una saga que este fin de semana por fin conseguí terminar. Se trata de:
Fuente de la imagen: Bookstagram



Bajo el cielo púrpura de Roma (o Mírame y dispara, según su título original). Se trata de una saga ambientada Roma escrita por Alessandra Neymar, en la que mezcla las intrigas de poder de la mafia italiana, dominada por la familia Gabbana, y una historia de amor entre el heredero del imperio, Cristianno, y la hija de una familia aliada que pronto se convertirá en rival, Kathia. A lo largo de los libros podemos ver tanto cómo se desarrolla la historia de amor mientras dos familias líderes, los Gabbana y los Carusso, luchan por preservar o conseguir el trono como reyes de la mafia del país.
He de decir que tengo sentimientos encontrados con la saga, y que probablemente no hubiera seguido leyendo más allá del primer libro de no ser porque mis amigas me lo recomendaron y me hablaron muy bien de ella. El primer tomo, Mírame y dispara, es el más corto de todos, pero en el que más cosas suceden (sin contar el último, claro está). Además, como es la presentación de la historia, la escasa extensión de la novela hace que muchas cosas se queden en el tintero y gran parte de la trama se sostenga sobre alfileres. Da la sensación de que la autora no sabía a cuál de las dos líneas argumentales dar más relevancia, y al final, el primer libro es poco más que un batiburrillo de tiroteos y besos que no tienen conexión entre sí. La mafia es escenario para la historia de amor, y la historia de amor es un escenario para la mafia, y como escenarios están bien, el problema es que ninguna de las dos tramas consigue tener una estructura suficiente como para tener protagonismo por sí misma.
Sin embargo, a pesar de que el principio va a tirones, con las siguientes entregas la cosa mejora bastante. Aparecen nuevos personajes y los que ya había adquieren más profundidad (pues apenas conoces su forma de ser en el primer libro, simplemente te queda más o menos claro su físico), la historia se vuelve más interesante y consigue atraerte de manera que tengas ganas de seguir leyendo (o, como es mi caso, de que llegue el fin de semana y tengas un poco más de tiempo libre para poder continuar con la historia). A partir del segundo libro, Traición, la trama ya no está tan diluida y puedes disfrutar más de los libros, porque aunque las dos tramas siguen presentes, sí que es verdad que están más construidas y ya no te da la sensación de que estás leyendo algo que no sabe lo que es, ni mucho menos a dónde va.
En general, la lectura está bien y puede llegar a ser sorprendente en determinados momentos, aunque también es cierto que hay cosas tremendamente predecibles (muertes de personajes, o no muertes, y enamoramientos en el último minuto con personajes que sabes que su único papel en la historia ha sido impedir que nadie se quede sin pareja) que pueden llegar a decepcionarte cuando llegas a confirmar tus teorías, porque quizás esperabas un poco más.
La escritura es bastante sencilla, sin demasiadas florituras y un poco repetitiva en ocasiones (si tuviera que tomar un chupito por cada capítulo en el que no se menciona “colapso”, seguiría siendo abstemia) (y va en serio), pero la intensidad de los sentimientos de algunos personajes y las situaciones al límite en la que se encuentran terminan por salvarla.
Sin duda, lo más trascendental de la novela son sus personajes y las relaciones entre ellos. Aunque sí que es cierto que los personajes femeninos están bastante bien construidos e incluso se les dota de una fuerza que no sueles ver en este tipo de literatura, en ocasiones quedan empequeñecidos al lado de la valentía y fuerza de los hombres, más acostumbrados a la acción que ellas, a las que incluso mandan al exilio para que no les ocurra nada (pero aquí no digo nada, que no sé cómo funciona la mafia y puede que eso sea algo común). Mención especial se merecen Kathia y Sarah, las protagonistas femeninas; la primera, por una evolución a marchas forzadas que en ocasiones se estanca. La segunda, por ser un personaje con el que enseguida te encariñas, por lo sincera que es y lo duro de su historia. Otra que se merece una mención especial es Giovanna, un personaje al que odias en la primera novela y terminas queriendo incluso más que a Kathia al final de la saga. Aunque, definitivamente, mis preferidos han tenido que ser Cristianno y Mauro (la principal razón de que me recomendaran la saga). Me recuerdan tanto a Scott y Tommy que se me hacía imposible leer sus escenas juntos sin cambiarles la cara y darles la voz de mis personajes, su relación es tan parecida a la de Scommy que incluso parece que Alessandra o yo nos hemos robado la una a la otra la idea, o estamos escribiendo de la misma gente pero con nombres y residencias diferentes. Su forma de hablar, de interactuar y necesitarse es la misma, la relación que tienen, tan íntima que roza lo enfermizo, es la misma.
Pero, y que me perdone quien me lea, creo que Mauro le da mil vueltas a Cristianno. Me dio la sensación de que en la saga se quedó muchísimo potencial sin explotar. Realmente me pareció un personaje con un carisma tal que le roba el protagonismo a cualquiera con la sola mención de su nombre, sin necesidad de hacer nada más que estar en la misma sala que el que tiene el foco de atención sobre él. Entre eso, lo larga que tiene la lengua, y su forma de querer (aunque haya visto poco), consiguió eclipsar a Cristianno para mí de una forma muy parecida a como otro personaje de mis novelas eclipsó (Alec) al que hasta entonces era el rey (Scott).
En resumen, la historia está bien para pasar el rato, y la disfrutarás si te gustan las tramas sobre mafiosos y ese tipo de acción. Creo que disfruté más de eso que de cualquier otra cosa (aunque yo soy muy de leer escenas de sexo, y aquí me estafaron, me dijeron que se follaba un montón y yo he echado casi los mismos polvos en mi vida y mira que soy virgen-).
Así que, si te animas a leerla, sólo te recomiendo que lo hagas con una libreta al lado y vayas haciendo un árbol genealógico con las familias, porque en el primer libro hay tantos personajes, y se mencionan sus relaciones tan poco, que tardas como 200 páginas en enterarte con quién se ha liado Kathia.
Lo mejor: el epílogo de Mafia. Llegar allí puede costarte, e incluso puedes detestar a los personajes 30 páginas antes del final, pero esas 30 últimas páginas te hacen sentir tanto cariño que incluso te sientes vacío cuando terminas de leerlas.
Lo peor: el primer libro. Demasiado caótico, y demasiado inestable. Si no me hubieran insistido en la saga, probablemente me habría detenido allí y no habría querido continuar con la historia.
La molécula efervescente: Mauro Gabbana siendo, básicamente, Alec Whitelaw.
Grado cósmico: planeta {3/5}.
Terminé disfrutando leyendo los libros, pero dudo bastante que los recuerde dentro de un par de años (aunque, eso sí, la fobia a la palabra colapso la voy a arrastrar durante toda la vida).

1 comentario:

  1. precisamente lo que me comentas del arbol genealogico es lo que me ha traído hasta tu blog. Llevo días buscandolo porque me sentía un poco perdida, aun así, despues del 50% del libro leído, me da la sensación de que no termino de encajar a todos los personajes con sus parentescos.

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