domingo, 28 de abril de 2013

A massive thank you for existing.

Me encantan los últimos tweets de Liam. Es que me lo como, me lo como siempre, me los como a los cinco, pero sobre todo ahora, cuando se ponen así en plan "gracias por todo, no sé qué no sé qué más". Es que son a-do-ra-bles. Me llegan al alma siempre, pero esos momentos son super especiales para mí, porque me siento útil, me siento importante, siento que estoy haciendo algo bueno con mi vida y con mi tiempo. Cuando los chicos se ponen así, es que me entra una ternura... me recuerdan lo orgullosa que estoy de ellos, lo afortunada que soy por tenerlos como ídolos, la suerte que tengo porque me hayan elegido a mí entre el resto del mundo para enamorarme y convertirme en su fan. Es que, tío, no me merezco tener unos ídolos tan geniales, que no les importa ser como son, que se comportan como niños pequeños sólo para hacernos sonreír. Ellos me sacan más sonrisas a través de una pantalla que nadie en persona, contando el mejor chiste del mundo. No sabéis lo que es estar hundida en la miseria, ir a youtube, teclear "One Direction" y a los cinco minutos estar descojonándote viva, que te caen lágrimas del tamaño de melones de la risa, porque ellos son muy superiores a la seriedad y a toda la tristeza que tengas en ese momento. Para mí son muchísimas cosas. Son como mis hermanos mayores que a la vez se comportan como críos de tres años, son como mis mejores amigos son esos tíos que ves por la calle y dices "joder, qué guapo es, si fuera tan bonito por dentro, sería Dios". Y ellos son igual de bonitos por dentro como por fuera. Lo demuestran día a día, no sólo con los tweets que ponen de vez en cuando llamándonos "las mejores fans del mundo", con cada "massive thank you" cada vez que van a recoger un premio, con sus "os lo debemos todo a vosotros, sin vosotros no estaríamos aquí", y todas esas cosas que me hacen explotar por dentro, como lo de Ghana, como cualquier cosa en la que ellos se involucran para ayudar a los demás. No es sólo Harry, el de los hoyuelos. Para mí es el chico que lloró por los niños de Ghana y gastó miles de dólares en pizza. No es sólo Liam, Daddy Direction, es el mítico de "le dan 11 nuggets y devuelve 1". No es sólo Louis, el que te hace reír con sólo respirar, es el chico que jugó un partido de fútbol benéfico. No es sólo Zayn, DJ Malik, sino también el que donó medio millón de libras a Comic Relief para ayudar a los niños de África. No es sólo Niall, el rubio que se ríe por todo, es el chico que estuvo con una fan con síndrome de Down y que se hizo fotos con ellos. Para mí no son sólo One Direction, la boyband del momento. Son los cinco idiotas de las escaleras, pero todavía son algo más, algo mucho mayor: la razón por la que respiro y sonrío cuando las cosas van mal. Porque teniendo unos ídolos como los míos, si no luchas por sus sonrisas con la fuerza con que ellos sacan la tuya, es que no sabes disfrutar de la vida y dar gracias a tanta gente que ha hecho posible que esos cinco chicos tan especiales estén hoy donde están. Y te den las gracias por ello.
Así que, Liam, Zayn, Louis, Harry, Niall... a massive thank you por existir.

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