Antes de empezar
el cap, y porque hoy es un día tremendamente
especial, y no sólo por ser el día del libro, permíteme darte las gracias por haber llegado hasta aquí. Ya seas de las que votaron en aquella encuesta
que hice hablando de hacer un spin off sobre
Sabrae, o entraras el año pasado, o acabes de llegar y aún no sepa de tu
existencia (por favor, sal de las sombras si así es); me leas en mi blog o en
Wattpad, quiero que sepas que te estoy profundamente agradecida porque tú
me has ayudado a que, cinco años después
de ese mágico 23 de abril de 2017, el día que nacía Scott y a las 17:10 salía
el primer capítulo de esta novela, todavía estemos las dos aquí. Escribir me
apasiona, y esta novela es una parte tan esencial mía como lo son mis pulmones,
mi cerebro o mi corazón. No concibo mi vida sin ella, y confieso que también me
da un poco de vértigo el qué pasará una vez que escriba ese último punto de esa
última frase en ese último párrafo de ese último cap (para el que, por suerte o
por desgracia, todavía queda bastante). Pero que me dé vértigo no significa que
no haya veces en que seguir aquí sea muy, muy difícil: tengo que renunciar a
planes, organizarme más que la gente de mi edad, compatibilizar estudios y
trabajo, y hay momentos en los que simplemente pienso que no me apetece
escribir, pero tengo que hacerlo
porque tengo un compromiso con la historia, sí, pero también contigo. Si no
fuera por ti, es muy posible que no estuviéramos donde estamos. Que no le
pusiera tanta pasión, que no hubiera tantos detalles o que yo no hubiera
crecido tanto como escritora.
Así que muchas, muchas, muchísimas gracias por
haberme permitido celebrar el quinto aniversario de esta novela que,
supuestamente, iba a tener 20 capítulos. Soy consciente de que sin mi trabajo
esto no sería posible, pero de poco sirve batir las alas si no hay aire que
volar. Y tú eres ese aire.
Feliz cumpleaños
de Scott, feliz quinto aniversario de Sabrae…
y feliz día del libro para ti y para mí. Gracias por haberme dado la
oportunidad de celebrarlo conmigo. Puede que mis historias no tengan páginas (o
no todas), pero sí corazón. Y un ventrículo, por fuerza, eres tú. ♡
-I’m gonna…-continuó
ella sola, y entonces, se sumó su padre-, get
ya, get ya, get ya, get ya-cantaron los dos, avanzando hacia la base del
escenario mientras daban saltitos al ritmo de la canción-. One way or another I’m gonna win ya-se miraron y se sonrieron,
poniendo cara de angelitos y guiñándose el ojo-, I’m gonna get ya, get ya, get ya, get ya.
Se abrieron rápidamente, y
Zayn y Scott dieron un paso al frente, ocupando el centro de la pantalla
mientras los demás, motitas de polvo incandescente en un mundo hecho de
sombras, continuaban la ruta hacia la base de la pasarela del escenario, en lo
que parecía un cuadrilátero ahora que comenzaban a subir unas barandillas rojas
a juego con la decoración del estadio, el logo de la banda… y la ropa que
llevaban los Malik.
Conocía
lo suficiente a Sabrae como para saber que no era casualidad que llevara una
blusa y una bandana del tono exacto de
rojo que las barandillas que acababan de surgir de los bordes de esa
protuberancia.
-One way or another I’m gonna see ya, I’m
gonna meet ya, meet ya, meet ya-cantaron padre e hijo, agitando las manos
frente a sus rostros, con el dedo pulgar e índice extendidos. Luego, Zayn miró
a Scott-. One day, maybe next week, I’m
gonna meet ya.
-I’m gonna meet ya-dijo Zayn
solo, y le guiñó el ojo a S.
-I’ll meet ya-prácticamente jadeó Scott,
devolviéndole la mirada a su padre y relamiéndose los labios. Su piercing bailó
un poco.
¿Me
puse un poco cachondo?
…
puede.
No se
lo dirás a Sabrae, ¿verdad?
No necesitaba que me lo dijeran. Ya lo sabía.
-I will drive past our house-cantaron
Niall y Chad, mientras todos los demás daban palmas en el escenario,
acompañando el titileo rítmico de los focos. Dieron una, dos, tres patadas en
el suelo que nadie en el estadio necesitó que le pidieran, ya que era
instintivo…
JO.
DER.
LA
PARTE FINAL DE LA PASARELA NO ERA UNA PASARELA. ERA UNA PUTA PLATAFORMA.
Había
empezado a levantarse con el solo de Niall, y las luces de sus paredes se
acababan de encender cuando los demás gritaron:
-Hey!
-¡ME VOY A DESMAYAR,
OFICIALMENTE!-gritó Karlie, agitando con violencia un palito luminoso con el
nombre de la banda que no sé de dónde había sacado. Pero yo quería cincuenta.
-And if the lights are all down…
Vale, Alec, céntrate. Has estado
en mogollón de conciertos. Puedes dejar que esto te supere o puedes participar
de esta puta hecatombe colectiva que…
-¿LA PLATAFORMA TIENE
PANTALLAS?-grité cuando vi que unas figuritas pixeladas, la versión en 8 bits
de las personas que estaban subidas al escenario (todas, y no sólo One Direction: también Chasing the Stars y Eleanor
tenían su propia réplica) se ponían a corretear por el borde que ya estaba
sobresaliendo, saltando hacia abajo como en unas escaleras a medida que la
plataforma subía y subía.
-¡Te
puse vídeos del tour de Take me home en
el que ya usaron la plataforma!-protestó Sabrae, y yo le hice pucheros.
-Pero
estabas acurrucada a mi lado cuando me los enseñabas y yo me ponía nervioso…
-I’ll see who’s around…-Niall agitó la
cabeza en el aire mientras Chad levantaba la mano lentamente, el brazo
estirado, acompañando la forma en que su voz subía hacia la estratosfera.
La
cámara que los estaba enfocando se cayó al suelo, haciendo un plano
contrapicado bestial de los dos
irlandeses torturando las cuerdas de sus guitarras para obtener música
celestial. Chad tenía un gesto concentrado que…
-¡¿Sabrae?!
-¿¡Qué!?
-¿¡Es
normal que quiera follarme a Chad!?