Me sumo a la oleada de críticas que se están haciendo con
Internet, porque a veces mola ser un pececito que se deja arrastrar por la
corriente en lugar de un salmón que se empeña en ir a desovar a las montañas en
las que nació.
Y sí, estoy hablando de esa película:
¡Sinsajo! Bueno, Sinsajo
parte 2, pero lo vamos a dejar en Sinsajo.
Como seguramente ya sepas, Sinsajo recoge el testigo de lo que queda de la saga de los Juegos
del Hambre: Katniss finalmente va a ir al Capitolio a enfrentarse a Snow,
acabar con su reinado del terror, instaurar la paz y la democracia en Panem y
bla bla bla. No creo que hayas vivido en una cueva el tiempo suficiente como
para llegar a este blog sin saber de qué va la peli.
Bien, voy a decir algo: es la segunda que más me ha
gustado de las cuatro que componen la saga, sólo por detrás de En llamas. Hace mucho tiempo que leí el
libro, y no me considero súper fan de LJDH, así que no puedo decir que haya
cosas que faltan, cosas que se inventen, que no es nada fiel… porque,
sencillamente, no me acuerdo (al margen de que estoy empezando a querer valorar
la película por la historia en sí, no por la copia que sea del libro que la
originó). De lo único que me acuerdo (y me han hablado de ello también) es de
que Joanna (léase la puta ama) salía bastante más de lo que apareció en
pantalla. Y eso me cabreó, porque el tiempo que está Joanna en escena es tiempo
que se revaloriza.
Los efectos especiales están bastante bien, de no ser por
un par de momentos en los que se nota MUCHÍSIMO que las cosas que están pasando
en las calles del Capitolio no están realmente ahí, pero se compensan con otras
que están genial y que parecen de
verdad.
En cuanto a la fotografía y los colores, me parece una
película muy cambiante. No es nada como la primera parte, en la que todo era
gris, seguramente para reforzar el estado en el que se encontraba Katniss,
encerrada, sin Peeta, y sin hogar al que volver. Aquí empezamos, si no recuerdo
mal, con colores marrones, de ambiente muy desolado, y vamos pasando por grises
claros, como “ascendiendo” hasta llegar al blanco al final de la película (sin
contar lo que pasa “después” de ese final, en el que el blanco se vuelve a
convertir en una masa de colores pastel). Es la primera vez que me fijo a la
primera en estas cosas de los colores, pero si lo he hecho bien y he captado lo
que quería plasmar el director eligiéndolos, tengo que decir que chapó.
En cuanto a las actuaciones, se mantienen en su línea de
toda la saga, salvo por una excepción. Sí, lo siento, tengo que ir a por ella. Sinsajo es, con diferencia, la actuación
que menos me gusta de Jennifer. En algunas ocasiones se muestra inexpresiva
totalmente y en otras sobreactúa hasta preguntarme si no será una hermana
gemela secreta de la muchachita del Oscar. Al principio pensé que esta frialdad
de la película era porque Katniss estaba así (“mentalmente desorientada”), y
que simplemente se le iba un poco de las manos, pero ayer ya me pareció
descarado. Muchas veces Jennifer casi ni parpadea, y otras, contrae la cara mientras
llora de una forma que parece que le está dando una embolia o algo. Una lástima,
pero bueno, al menos así me libra de aguantar al subnormal de Gale.
Eso sí, que Jennifer no estuviera particularmente brillante
no te impide disfrutar de la película. Ya te lo adelanto: esta parte tiene la
acción que echaste de menos en la anterior mezclada con lo filosófico que tanto
me gusta, personalmente. Mientras le explicaba a una de mis amigas, la que no
leyó el libro, por qué no detestaba a Coin más que a Snow, me vino una frase a
la mente que creo que resume a la perfección el conflicto escondido bajo tierra
en el Distrito 13: Snow es a Franco lo que Coin a King Yong-Un, o como se llame
el de Corea del Norte. Mientras uno tiene sometida a su población, pero por lo
menos le concede a una élite reducida una falsa libertad, la otra es una
auténtica tirana que se las da de demócrata pero que en realidad es peor que lo
que quiere derrocar: una mujer que no permite que alguien se salga dos
centímetros de su sitio. Ni que “malgaste” 5 minutos descansando. Ni que no
esté militarizado. Y Sinsajo refleja
muy bien cosas que, por desgracia, hemos visto en la actualidad: cómo
situaciones malas se volvían peores porque el cambio que la población ansiaba
no era el que esperaba, ni el adecuado, y lo que terminaba encorsetándolos aún
más. Para mí, es una lección de “políticas”, por así decirlo, en el que debes
sopesar todas las opciones antes de terminar decantándote por una; una lección
de naturaleza humana, en la que ves claramente cómo los héroes no son tan
héroes ni los malos tan malos.
Y, al margen de todo eso, me parece un poco flipante que SPOILER A PARTIR DE AQUÍ (selecciona el texto si quieres leerlo) la gente de verdad
pensase que Snow es tan gilipollas como para bombardear a su propia población,
sabiendo lo que eso causaría. Venga, hombre, menudo aborto de plot twist. Es que ni en el libro flipé
con ello, después de conocer a la cabrona de Coin. Y todo esto se vuelve más
esperpéntico cuando HOLA, EL PUTO LIAM HEMSWORTH TE EXPLICA LA MANIOBRA A LOS 5
MINUTOS DE LA PELI, CUANDO TODAVÍA NADIE HABLA PORQUE TODOS QUIEREN SABER CÓMO
EMPIEZA. ES QUE ESO ES DE TENER DOS DEDINOS DE FRENTE.
Lo mejor: Lo bien hilada que está con las demás. Siempre hay frases que se agradecen después de varios años.
Vale, y que
Josh sale más. Me encanta cómo actúa, joder. Me llega.
Lo peor: SPOILER. La escena del final. Los críos salen horribles. Me jodieron la película.
La molécula
efervescente: me vas a permitir que elija dos. La primera, un SPOILER. El flechazo a Coin. Ver a Julianne Moore tirada en el suelo
sangrando me hizo aplaudir por lo bajo.
Y el momento real. Fui al cine a ver ese
puto momento, nada más. Que, por cierto, se hace mucho de rogar.
Grado cósmico: estrella
galáctica {4.5/5}. Le hace honor a lo que promete.
Bueno, ahora es cuando vienes a por mí en los comentarios
por meterme con la Todopoderosa JLaw.
O cuando eres el señor que tuve al lado y no se calló en
las 2 putas horas y 20 malditos minutos.
No, paisano. No me interesan tus bromas a tu mujer. Ni a
mí ni al resto del cine. Trágate la lengua la próxima vez.
Por cierto, ¿soy yo, o Peeta no se carga a nadie en todas las películas? Si es así, no es más puto amo porque no puede.