¡Hola, startie! Esta noche vengo a hablarte de una
película de 2011 que vi hace nada (o sea, anteayer).
Se trata de:
Hysteria es una
película de 2011 que narra la historia de la invención del vibrador, “el
juguete sexual más comprado a día de hoy”, de acuerdo con la información que te
suelta el director a prisa y corriendo antes de que desfilen los créditos, por
si no tener ese dato te quitaba el sueño. En la Inglaterra de la era victoriana
(llevo toda mi puta vida queriendo decir esa frase), la mitad de la población
de Londres se ve afectada por una rara aflicción a la que los doctores han
terminado llamando “histeria”, y entre cuyos síntomas se encuentran,
básicamente, el tener una emoción diferente de la sumisión a la par que posees
un útero. Escalofriante, lo sé, pero hay que tener en cuenta el contexto de la
época. El caso es que Mortimer Granville, el protagonista, médico de profesión
que no consigue conservar un trabajo, entra a trabajar en una “clínica” en la
que se busca la curación de tan extendida enfermedad.
Llevaba mucho tiempo con ganas de ver la película, debido
a la gran curiosidad que me despertó la campaña de márketing (lo cual demuestra
que fue una como pocas me han localizado en la vida) cuando se publicó, y es
que no es para menos: la edad que yo tenía cuando salió (14/15 años) hacía que
una película que gira en torno al descubrimiento de la sexualidad femenina
fuera de lo más interesante que había ese año. Eso, y Amanecer. Pero tenía que gestionar el tiempo, y acabó pasando lo
que acabó pasando: que la dejé de lado hasta que un día no podía usar Internet,
y tuve que tirar de películas descargadas.
La verdad es que no era para nada lo que me esperaba. Teniendo
en cuenta que pensaba que había sido dirigida por un hombre, creía que todo se
centraría en poco más que orgías y doctores tratando con pacientes locas que se
subían por las paredes. Mis expectativas chocaron de lleno con la realidad: se
nota la mano de la directora, que trata con elegancia este tema, tal vez incluso con demasiada, para mi
gusto. Lejos de las actuaciones exageradas (salvo el caso de Maggie Gyllenhaal,
que lo hace por su personaje), se te presenta ante los ojos un retrato de la sociedad
londinense que probablemente se correspondiese mucho más con la época. Elegancia,
moderación… vamos, que si esperas un porrón de acción y de escenas de sexo,
esta película no es para ti. El poco sexo que hay (especialmente teniendo en
cuenta la trama y el hecho principal que se retrata), sumado a que éste se
enfoca de una manera muy incómoda y velada, lo releva inexplicablemente a un
segundo, tercer o cuarto plano. Puede que sea por lo corto del rodaje.
Otra cosa diferente es una de las semillas que entrevemos
en los primeros 10 minutos de la película: la aparición del feminismo, encarnado
por Maggie Gyllenhaal, convertida en una médica dedicada a las clases más bajas
de Londres, que lucha por pagar por mantener su pequeño hospital abierto y que
se enfrasca en inmensas peleas con su padre por defender sus ideales: que las
mujeres dejen de ser floreros y pasen a formar parte activa de la sociedad. He podido enlazarla en ese aspecto con Sufragistas, película que espero ver pronto.
Se trata Hysteria de
una película muy idealista, que promete una cosa y luego da otra, pero que no
por ello deja de gustar. Las actuaciones son muy aceptables, el escenario, sencillo
pero elegante; y el guión brilla en determinados momentos, dejándome con
algunas frases apuntadas en mi libreta, ansiosas de que las pase a limpio y las
guarde con las demás.
El único aspecto negativo en general que puedo sacarle es
la anteposición de las dos hermanas, Maggie y Felicity Jones (que sale adorable),
entre las que se debate el doctor. Aunque al final el equipo intenta arreglarlo
con rebelión de una de ellas, la rapidez de la escena y la poca importancia que
se le da hace que la veas como poco más que una tirita en un agujero de bala (y
las tiritas no sirven para curar agujeros de bala).
Lo mejor: el
idealismo.
Lo peor: hay
como 3 personajes hombres y 20 y pico mujeres, y todas se las apañan para no hablar de otra cosa que de hombres.
Test de Bechdel suspenso cuando en una película así estaría chupado.
La molécula
efervescente: SPOILER A PARTIR DE AQUÍ (selecciona el texto para
leerlo) la escena de los créditos de la Reina Victoria recibiendo un
vibrador en su habitación.
Grado cósmico: planeta
estelar {3.5/5}.
¿Y tú? ¿Ya la has visto? ¿Tienes pensado verla, o te es
indiferente? Puedes decirme qué opinas en la caja de los comentarios, aquí
abajo. ¡Un beso, y gracias por leerme, como siempre! ᵔᵕᵔ
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Dedica un minutito de tu tiempo a dejarme un comentario; son realmente importantes para mí y me ayudarán a mejorar, al margen de la ilusión que me hace saber que hay personas de verdad que entran en mi blog. ¡Muchas gracias!❤