¡Hola, flor! Creo que el título es bastante representativo de mi asombro y que, a estas alturas de la película, seguramente ya sospeches lo que te voy a decir; que es, básicamente, lo que te he venido diciendo en bastantes ocasiones a lo largo de este año. No obstante, mi comodidad para tomarme descansos y compatibilizar Sabrae con mi vida personal viene de haber superado ya la etapa de “tengo que subir esta semana sí o sí, independientemente de lo que pase, porque si dejo de subir una semana al final se convertirá en no volver a subir ningún capítulo”, porque había momentos en los que decía que “la novela no estaba en peligro” tanto para tranquilizarte a ti como para convencerme a mí (pero no; Sabrae no está en peligro, y esto lo digo exclusivamente para tranquilizarte, porque estoy convencida de ello).
El caso, que me enrollo como una persiana. ¿Recuerdas que estoy opositando? Bueno, pues resulta que me han convocado para una prueba precisamente el día 23. Voy a cogerme unos días en el trabajo para poder estudiar y preparar este examen lo más a fondo posible, y no sería consecuente con mi esfuerzo ni tampoco responsable por mi parte el subir hoy un capítulo y luego, después del examen, tener que correr a casa para ponerme a escribir el del día 23 (o, peor aún, y muy factible conociéndome: estar pensando en el capítulo los días previos al examen en lugar de centrarme en estudiar), de modo que ni este domingo ni el que viene habrá capítulo. Ya he empezado el siguiente, y aunque en el momento en el que escribo este pequeño comunicado sólo tengo un par de páginas de las 20 que normalmente ocupan los capítulos, tengo pensado ir escribiendo poco a poco tras estudiar (si no termino demasiado cansada, se entiende) para poder subir el día 23. Era algo que cuando empecé a opositar ya consideré que podía pasarme, y me alegro de que haya sido tan avanzada en mi estudio y en mi escritura, porque he tenido momentos de estar bastante chalada y pensar “PUES NO VOY AL EXAMEN PORQUE TOTAL NO VOY A SACAR LA PLAZA Y POR LO MENOS NO PERJUDICO A LA NOVELA🤪🤞🤙🤘”, lo cual da una idea de mi estado mental en más ocasiones de las que me gustaría reconocer LMAO.
¡Lo dicho! Muchísimas gracias por tu paciencia; eso sí, te agradecería que, con un poco más de asiduidad, no me hicieras sentir como que le estoy escribiendo al vacío o gritándole a la nada. Sé que estás por ahí, o por lo menos quiero pensar que es así.
Por mi parte, nada más. Nos vemos el día 23… con, espero, un capítulo que merecerá mucho la pena tanto tu paciencia como mi esfuerzo logístico.😉 ¡Un beso, y hasta dentro de diez días! ❤
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