sábado, 10 de octubre de 2015

Terivision: Mr. Mercedes.

¡Hola, Startie! Después de un parón inmenso con los Terivision de libros, hoy, sorprendentemente, no te traigo una película, ni serie. Te traigo un libro, que me regalaron por mi cumpleaños, y se trata de:


¡Mr. Mercedes, de Stephen King! Es del año 2014, pero como la traducción es un trabajo lento, costoso, pero agradecido, en España no se publicó en castellano hasta 2015.
Tengo que advertirte de que Mr. Mercedes no es el típico libro gore de King (recordemos que empezó con Carrie, y terror, lo que se dice terror, no debe de ser, dado que he sido capaz de ver la película) y que se basa más en desmembrar a personajes que en hacernos pasar miedo (aunque con It también quiso salirse un poco de su línea). Mr. Mercedes trata, pues, de un asesinato cometido en una pequeña ciudad, pero no un asesinato cualquiera: antes de que salga el sol, un Mercedes (qué ironía, ¿no? Bien podía ser un Ferrari, sobre todo teniendo en cuenta el título) arremete contra varias docenas de personas que hacen cola para entrar a la Feria del Empleo municipal. Deja varios muertos y heridos, y el conductor, sorprendentemente, desaparece sin dar ningunas pistas de su identidad.
Un año después, el Inspector Hodges, ya retirado, recibe una carta de un individuo que dice ser el “asesino del Mercedes”, como lo llaman en la prensa… y Hodges tiene una razón para dejar de meterse la pistola de su padre en la boca e imaginar qué se sentiría al pegarse un tiro.
Si dijera que no me ha gustado el libro por separarse más o menos de lo que es Stephen King, estaría mintiendo. Es cierto que no tengo mucha base de novelas policíacas, pero, a pesar de que los movimientos son muy predecibles (estoy segura de que él no quiere que lo veas venir, pero es como un tren que intenta no hacer ruido; tarde o temprano vas a terminar escuchándolo y te vas a girar y verás la locomotora), el libro se deja leer y disfrutar. King ahonda en el trasfondo psicológico de los personajes, y esboza una personalidad de psicópata con tanta destreza que no puedes ni sentir lástima por Brady, el otro protagonista, ni tampoco rabia: él es así, él ve el mundo de esta manera, él se justifica, él es cínico, y tú llegas a entenderlo. No lo excusas, pero viendo su entorno a través de la lente cínica que es su cabeza, comprendes cada paso que da… aunque tú no lo hicieras, ni de coña.
Eso sí, este libro no es It. No te da miedo, no te sientes vacía cuando acaba (de hecho, sientes que este libro acaba, y no me explico cómo pretende este hombre hacer una trilogía de él), no te entristece el final, sea bueno o malo. Está bien para pasar un fin de semana, y lo disfrutarás, pero no es ni de coña una obra maestra.
Lo mejor: ver la historia desde dos perspectivas: la del inspector y la del asesino. Ver cómo se cruzan, ver cómo se adelanta el uno a los pasos del otro.
Lo peor: el final pretende ser abierto para dar paso a una secuela, pero no sé de dónde va a sacar la chica para seguir con esta historia. Los dos hilos conductores de este libro son lo que ha matado a sus posibles hijos.
La molécula efervescente: la portada, con un paraguas azul claro destacando sobre los demás, oscuros, en una metáfora de lo que te vas a encontrar dentro (porque, adelanto, los dos protagonistas interactúan sin llegar a conocerse).
Grado cósmico: Planeta [3/5].

¿Y tú? ¿Tienes algo que decir?
Pues ya sabes qué hacer. ᵔᵕᵔ

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Dedica un minutito de tu tiempo a dejarme un comentario; son realmente importantes para mí y me ayudarán a mejorar, al margen de la ilusión que me hace saber que hay personas de verdad que entran en mi blog. ¡Muchas gracias!❤