domingo, 20 de marzo de 2016

Terivision: Ex machina.

Acabo de ver una película, y no debería publicar una crítica tan seguida, porque nunca consigo ser objetiva nada más verlas (suelo tardar varios días en darme cuenta de si he exagerado la nota o si, por el contrario, la he puesto escasa), pero, ¿qué demonios? Se lo merece. Se trata de:

Ex Machina es una película del año pasado (2015) protagonizada por Alicia Vikander (alias la criatura más hermosa de este planeta y probablemente de los colindantes también) y Domhan Gleeson (ugh, aquí otro Weasley, tengo muy claro lo que voy a hacer contigo) y trata, una vez más, el tema de los robots y la inteligencia artificial. El apocalipsis particular de la raza humana.
Y, sin embargo, es muy diferente de otras películas que he visto hasta ahora que tratan la misma temática: lejos del ser frío al que nos tienen acostumbrados, Ava es una máquina que saca partido a sus emociones y las de los demás, que se involucra con su ambiente hasta camuflarse con él para conseguir su objetivo: sobrevivir. Y, al fin y al cabo, ¿qué caracteriza a la vida, sino su lucha por sobrevivir?
El reparto es extremadamente modesto, con un trío completado por Oscar Isaac (de Star Wars) y, sin embargo, no echas en falta a nadie más. Los personajes se comen la pantalla y los actores llenan la película con interpretaciones reales, de personas tridimensionales perfectamente moldeadas y estructuradas como requiere su soledad. Mención especial merece ella (otra vez), que da vida a una máquina más humana que su creador como si tuviera, en realidad, engranajes por entrañas. Habrá que comprobar eso.
El guión de la película es ambicioso y a la vez amable con el espectador; lejos de sumirse continuamente en charlas informáticas (como bien podrían intentar hacer), las conversaciones de los personajes se centran más en temas de filosofía que te dejan reflexionando a ti también.
Una de las cosas que más me ha impactado de la película es su escenografía. Como si quisiera contrarrestar lo complejo de la situación de Ava, su creador y su probador, las habitaciones son sencillas, minimalistas, de manera que no te dan lugar a distracción. Es como si el decorado futurista y altamente tecnológico quisiera darte una sensación de tranquilidad. Oye, espectador, no pasa nada; esto es sólo una película, no están pasando para nada cosas como esta en la actualidad, ni se está desarrollando esta tecnología ni se cree posible llegar a este nivel, y nos aseguraremos de que te quede claro poniendo sistemas altamente informatizados para que no te olvides de que tu mundo es, en realidad, el Pentágono.
Lo mejor: el guión en sí; un soplo de aire fresco en un tema tan explotado.
Lo peor: cosas que (a mi entender) se quieren mantener en secreto hasta el final, se adivinan en el primer momento, por ejemplo SPOILER que la ayudante asiática de Nathan es, en realidad, otro robot.
La molécula efervescente: Ava, totalmente caracterizada como humana. Alicia en estado puro. Lloraría un poco si no tuviera la capacidad emocional de un ladrillo.
Grado cósmico: Estrella galáctica {4.5/5}.
¿Y tú? ¿Ya has sucumbido a los encantos de Alicia Vikander, ACTRIZ PRINCIPAL EN LA CHICA DANESA, GANADORA DE UN INEXPLICABLE OSCAR A SECUNDARIA? ¿No? ¿Estás bien? Corre a verla. Corre a la luz. Sálvate tú también.

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