jueves, 10 de mayo de 2018

Terivision: The Belles.

¡Hola, delicia! Hoy vuelvo a traerte una reseña, esta vez del último libro que he leído. Se trata de:
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The Belles, de Dhonielle Clayton. 
The Belles trata la historia del reino de Orléans, cuyos habitantes fueron maldecidos por los dioses con una apariencia horrible: piel gris y ojos rojos, como venganza contra la Diosa de la Belleza. Sin embargo, en el reino también existe la contraparte de los llamados “Grises”: las Belles, jóvenes capaces de otorgarles belleza al resto de los humanos gracias a sus poderes especiales.

La protagonista de la historia es Camille, una Belle cuyos poderes destacan por encima de los de sus hermanas, y que la convierten en el blanco de todas las envidias y deseos de la corte del Reino de Orléans. ¡Y hasta ahí puedo decir, para no destriparte mucho del libro!
Partimos de la base de que empecé a leer el libro sin tener mucha idea de qué iría (la sinopsis de Goodreads no te da mucha información), pero me vi atraída por lo poco que encontré en esta página respecto a esta historia, y su preciosa portada. Es la primera vez que leo algo de Dhonielle Clayton, pero después de esta novela, ya estoy deseando que salgan las siguientes.
La trama en sí parece la propia de cualquier libro que no merece mención especial entre todos los que hay sobre intrigas de palacio y romance adolescente en época medieval. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. A pesar de que efectivamente, el escenario es un reino medieval, todo lo demás no se parece a nada que yo haya leído hasta la fecha. La figura de las Belles es una mezcla perfecta de sacerdotisas y magas (aunque ellas dejan bien claro que no hacen magia, sino que utilizan unos poderes con los que nacen, sus arcana) en un pueblo en el que, en lugar de seguirse una religión en la que se promueva la modestia, el exceso está a la orden del día. He leído pocos libros en los que la población sea tan devota de su diosa predilecta: la diosa de la Belleza, a la que veneran por encima del resto de dioses y tratan de complacer en cuanto tienen ocasión. Todo el mundo, desde plebeyos hasta los reyes, se someten a los tratamientos de la Belles para evitar que la parte más fea de su ser salga a la superficie: Orléans es un reino obsesionado con la belleza en el que a nadie le importa cuánto dolor ocasione un tratamiento, si el resultado termina agradando a la diosa de la Belleza.
La figura de la diosa es omnipresente, y sin embargo en muy pocas ocasiones se le hace mención explícita, lo cual es un punto a favor de la historia. Así, no se cae en esa propaganda religiosa en la que terminan redundando muchas historias con la religión como eje central. Aunque no se mencione a la Diosa, y sólo su nombre salga en los tratamientos o en las bendiciones, todo en realidad es una oda a la belleza: desde la constitución y la vestimenta de las protagonistas, hasta los tratamientos a los que se someten corte y pueblo llano, pasando por la decoración de hasta el más mínimo detalle del reino de Orléans.
Se trata de un libro hermoso tanto en su contenido como en la forma, con una prosa sencilla en lo relativo a narrar acciones, pero tremendamente complicada en lo que son las descripciones. Hay párrafos larguísimos y muy detallados explicando infinidad de cosas, todas relativas bien a moda, bien a los escenarios en que se desarrollará la acción. En ocasiones, se me hizo un poco complicado entender las situaciones y hacerme una idea mental de cómo quiere la autora que me imagine determinado espacio, tanto por el nivel de detalle como por el vocabulario en sí. Se trata de un libro que, hasta donde yo sé, no está traducido en español. A pesar de que tengo muy buen nivel de inglés, en ocasiones se me hizo muy cuesta arriba conseguir entender algunas partes, todas referidas a descripciones, bien por el abuso (para bien) que hace la autora de flores (a mí, me sacas de rose y poppy, y ya no sé mencionar más) como de elementos de moda: colores, telas y cortes de vestidos que, tal cual me entraban por un oído, me salían por el otro (bueno, por los ojos, ya me entiendes). Aunque sí que es verdad que probablemente tampoco lo entendería en español (porque mis conocimientos de moda son más bien nulos), sí que siento que me he perdido una parte muy importante de este libro por el mero hecho de no conocer a qué se refiere al autora y no tener la paciencia para buscarlo en Google. Esto me hace pensar que el libro mejoraría mucho si decidieran hacer una película o serie basada en él; creo que la historia ganaría mucho más si no dependiera tanto de los conocimientos de decoración de su lector, y reposara más en la estética que mostrarles a sus ojos en forma de imágenes que no sean mentales.
The Belles es un libro bien construido y coherente, como ya he dicho. Es como si la propia autora estuviera haciendo de este libro una oda más a la belleza, en el que el vocabulario se corresponde con las acciones y las situaciones que viven Camille y sus hermanas. Además, aunque aparece muy poca parte de mitología y de mención a los orígenes de las Belles, es más que suficiente para que te hagas una idea de dónde viene la historia y hacia dónde pretende ir. Me interesaría mucho saber más de la mitología de Orléans, pero dudo que ahonde en ello. Sí que creo, no obstante, que vamos a tener más información sobre la procedencia de las Belles y sus poderes, especialmente porque ni la propia Camille tiene más información que el lector (y no es que sea mucha), con lo que tengo muchas ganas de que salgan los siguientes tomos.
En lo relativo al argumento, y al margen de lo que ya he dicho de los poderes, a la vez se hace interesante una relación amorosa que surge entre Camille y un chico de la corte. Nadie se sorprende (o, yo, por lo menos, no lo hice) cuando ella y el chico se confiesan sus sentimientos, pero el hecho de que sea previsible no hace que lo disfrutes menos.
Y, al margen del amor prohibido que surge en palacio, también está la figura de la princesa Sophia, que no es lo que parece, o, más bien, es exactamente lo que esperarías de ella. Se trata de la hija menor de la reina de Orléans, que está a la espera de que su hermana despierte o no del sueño profundo en que lleva sumida varios años para heredar o no la corona del reino. A pesar de que tiene un aspecto dulce y angelical, es tremendamente volátil y un verdadero monstruo, como se puede ver en varios pasajes de la historia y la propia Camille comenta en un determinado momento. La verdad es que como persona deja mucho que desear, pero como personaje, es un diez, las cosas como son.
Lo que sí que no me ha gustado, y tiene relación con Sophia, es que en determinados momentos parece que ella, aun siendo princesa, y ni siquiera heredera, mande más que su madre. Si Camille tiene una cita con la reina y Sophia la manda llamar, va con ella sin apenas rechistar. No me pareció muy creíble, especialmente por la petición que le hace la reina de Orléans a Camille, de tanta trascendencia que incluso le permite eludir sus responsabilidades, que nadie parpadee cuando Sophia exige que Camille la visite a pesar de que sabe que su madre la requiere.
En resumen: se trata de la primera entrada de una saga que te deja con ganas de más, con muchísimas ganas de más. Es tremendamente interesante, abre la puerta a un mundo del que me encantó empaparme y al que me muero de ganas de regresar.
Lo mejor: la relación de Camille con sus hermanas.
Lo peor: el diálogo, demasiado complicado en ocasiones.
La molécula efervescente: The God of the Sky fell in love with the Goddess of Beauty after the world began. Sky showered Beauty with gifts of his loveliest objects—the sun, the moon, the clouds, the stars. 
Grado cósmico: Estrella galáctica {4.5/5}.




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