Hace mucho, demasiado,
que no hago una reseña de ningún libro que haya leído; a decir verdad, mi
ritmo de lectura es de los más bajos de mi vida, pero, ¡oye! ¡He conseguido
terminar uno, y es…!
¡Sigo siendo yo, de
Jojo Moyes! A pesar de que lo terminé hace un tiempo, ¿creo que a finales de
diciembre?, por fin me he animado a escribir la reseña del que es el punto
final de la saya Yo antes de ti, para
cuyas entregas anteriores, Yo antes de ti
y Después de ti no había escrito
ninguna reseña. Cuando empecé a escribir mi opinión en mi blog, pensé que sería
mejor idea hacerlo todo de una forma más cohesionada, y darla de una saga al
completo (si un libro pertenecía a una), en lugar de por cada entrega
individual, como hice con la saga de Bajoel cielo púrpura de Roma. Sin embargo, como ha pasado bastante tiempo desde
que leí los primeros libros, no creo que sea justo ni para ellos ni para este
último que me ponga a escribir sobre la saga al completo cuando la verdad es que
no recuerdo muy bien mis impresiones de
los dos primeros. Sí que es cierto que recuerdo que el segundo me pareció el
más flojo de los tres y que el primero estaba muy bien adaptado al cine y
conseguía plasmar a la perfección el carácter de Louisa no sólo en las cosas
que hacía, sino en su forma de narrar.
En fin, después de este párrafo introductorio, ¡allá
vamos!
ATENCIÓN: LA
SINOPSIS CONTIENE SPOILERS DE LOS DOS PRIMEROS LIBROS.
En Sigo siendo yo, nos
enfrentamos a la despedida de Louisa de su Inglaterra natal, para ir a trabajar
como asistente personal de una mujer de la alta sociedad neoyorquina. Louisa
tiene no sólo que decirles adiós a sus seres queridos y al novio con el que
acaba de iniciar una relación, sino adaptarse a un estilo de vida totalmente
diferente al que ha llevado a lo largo de su vida, incluso cuando cuidaba de Will.
Nada más llegar a Nueva York, Louisa se topa de bruces con un mundo en el que
las sonrisas falsas están a la orden del día, y que muchas veces se utilizan
para hacer saber a la persona a la que se dedican que la consideras indigna de
tu atención.
FIN DE LA
SINOPSIS
Tengo que decir que cuando terminé de leer el segundo
libro me entró muchísima curiosidad por ver lo que le sucedía a Louisa en NY,
aunque como a ella, me dio cierta nostalgia ver que abandonaba su país. De la
misma manera que a ella, cruzar el charco me dio cierto vértigo porque suponía
encontrarme en un escenario completamente diferente, sin los personajes que
habían llenado la historia durante dos entregas (porque en el segundo aparecen
nuevos personajes, de los cuales dos con los que más tiran por la trama) y
precisamente en un momento en el que Louisa por fin había superado todo lo malo
que pasa al final del libro.
Sin embargo, por mucha curiosidad que sintiera por el
final del segundo, tuve que esperar más de un año para por fin animarme a leer
la terminación, y tengo que decir que me
sorprendió muy gratamente.
El libro podría
dividirse en dos mitades, por un
suceso que ocurre en Nueva York y que hace que Louisa pierda todos sus agarres precisamente
cuando ha conseguido acostumbrarse a su nuevo trabajo como asistente personal
de una persona que no la necesita realmente, o, al menos, no de la forma en que
lo hacía Will. Tengo que confesar que llegar a este punto de inflexión en la
historia es un poco cuesta arriba, en el sentido de que Louisa se encuentra en
un ambiente que abusa de su buena voluntad y en el que la pobre vive
situaciones tremendamente surrealistas y muy injustas, llegando incluso a pagar
el pato por alguien que no se merece que se sacrifique por ella… pero bueno, no
te quiero contar más. El caso es que la historia es interesante al principio,
pero a la mitad, directamente te atrapa. El giro argumental más importante de la historia, y quizá de la saga al
completo, aparece a mediados del tercer libro y consigue que lo devores
(bueno, dependiendo del tiempo que tengas) porque necesitas saber qué más pasa.
Descubres que has juzgado mal a un personaje, un antagonista tan secundario que
es prácticamente anecdótico y, junto con Louisa, te das cuenta de que no hay
que juzgar a las personas por su manera de comportarse en las zonas comunes de
tu edificio, sino por cómo son en el ámbito privado. A partir de entonces, se
produce una transformación preciosa de ver en Louisa, y me atrevería a decir
que la más importante en toda la saga: Louisa por fin se atreve a mirar por sí
misma, a cuidarse y ver qué necesita para ser feliz, y lo más importante de
todo, lucha por ello sin necesidad
de otra excusa más que el hecho de que lo desea. Ya no se excusada en que
alguien querría que hiciera eso, alguien le pidió que hiciera aquello antes de
morir. Por fin, después de tres libros en los que va a remolque de su propia
vida, Louisa toma las riendas, y de qué manera.