sábado, 17 de noviembre de 2012

My saga is forever.

Cuando entras al cine, estás nerviosa. ¿Cómo no estarlo? Es la última película, se ha acabado esa larga espera de cinco años. Tiemblas por dentro, intentas que no se te note, y no lo consigues. Te dejas caer como puedes en la butaca y esperas con impaciencia a que empiecen los tráilers que darán paso a esa película que se convertirá en tu nuevo dios... pero, por otra parte, no quieres que empiecen. No quieres que la película empiece, no quieres que esto se acabe. Quieres irte a casa, poner en Tuenti un número menos, seguir esperando una eternidad por el simple hecho de que no eres capaz de meterte en la cabeza que esto se está acabando.
Lo de "lo bueno, si breve, dos veces bueno" es una gilipollez. Mi saga debería ser eterna. Mi saga merece ser eterna  porque es perfecta, perfecta con mayúsculas, perfecta en cursiva, negrita y subryadado. PERFECTA.
Empieza la película, y ya ves una pequeña diferencia: lo primero en aparecer son los nombres de los protagonistas, de la gente que ha participado. Tú contienes el aliento, porque sabes de sobra qué significa eso: se están despidiendo. Están diciendo "gracias por estar en esta película, gracias por salir aquí, gracias por inspirar a tanta gente, gracias por ser nuestros Jacob, Bella y Edward perfectos. Gracias por haber trabajado aquí estos cinco años".
No te decepciona, nunca lo hace, nunca lo ha hecho y nunca lo hará, aunque saquen millones de películas, aunque cambien todos los escenarios. Mientras sean fieles a los libros, no te decepcionarán. Las películas son perfectas, son diosas, son lo mejor que hay, pero los libros... Stephenie... es la diosa de los dioses, es la perfección encarnada entre lo perfecto, es lo mejor de lo mejor, es superior a este mundo, es superior incluso a esta galaxia.
Te pones histérica con cada escena, mirando el reloj, pensando "a esta hora se acaba, Dios, queda una hora, veinte minutos, en cinco minutos, se acaba todo". Y aparecen los créditos. Todo el mundo se levanta, pero tú te quedas, gritando todos y cada uno de los nombres de las personas que han trabajado allí, gritando que Bill es un artista por poner imágenes de todos y cada uno de los actores que han tenido un papel en esta película. Cam Gigandet, Bryce Dallas Howard, Rachelle Lefevre, Jodelle Ferland, Xavier Samuel... todos, sin olvidarse de ninguno. Todos los vampiros, los malos, los buenos, los cabrones de los Vulturis, los lobos, los humanos, los Quileutes... todos, todos han tenido un huequecito, aunque los haya que solo salieron en una película, como James y Bree, que aparecieran en dos, como Laurent, que cambiaran de cara, como Victoria... todos han salido allí, todos han tenido ese momento en que le director, Stephenie, les da las gracias por haber participado.
No fui a ver Crepúsculo al cine, y por eso lo he compensado yendo a todos los estrenos. La carga de conciencia de no haber visto la primera, el inicio de esto, en el cine, era demasiado grande como para poder soportarla. He llevado durante cinco años un peso en los hombros con una conciencia diciéndome: no fuiste a la primera, no eres real, eres una falsa, te has acoplado... Y ahora esa conciencia ha desaparecido.
Porque me quedé a los créditos.
Porque dije adiós a esta saga como bien se merecía.
Porque nunca, jamás, dejaré que esto muera mientras yo esté viva.
Dicen en un momento que eres "más que mi propia vida". No hay nada mejor para definir esto.
Pero ahora tengo miedo. Sí, miedo, porque, ¿qué nos va a pasar? Acabaremos distanciándonos, perderé a mis hermanos y hermanas Twihard que siempre han estado allí, apoyándome sin importar lo que yo hiciera o dijera, ayudándome a contar los días que faltaba para nuestra muerte absoluta. No quiero que esto acabe porque no quiero que mi familia se desintegre. Sé que algún día me levantaré y no pensaré en la Saga, espero que ese día esté lejos. Espero que no llegue nunca el día en que Twitter de por muerta la saga, no hable más de ella. Necesito que siga viva, necesito saber que es eterna, como pasa al final de la película, cuyas palabras son recitadas por Bella, y son una frase tan fuerte y tan poderosa que nunca, jamás podré olvidarla.
Bella dice "para siempre".
Los libros acaban con "para siempre".
Estoy orgullosa de poder decir que he estado con esta saga, que me ha dado tanto (entre otras cosas me ha devuelto a mi ídolo de la infancia, a quien temo volver a perder), hasta el final. Hasta el auténtico final, cuando el cine vuelve a encenderse y estamos solas mi hermana Twihard y yo, aplaudiendo como si no hubiera mañana.
Tengo miedo de perder a los demás. No quiero dejar de pensar en Nikki, Kellan, Jackson, Peter, Elizabeth, Billy, Ashley, Robert, Kristen... o Taylor. Porque Taylor terminará convirtiéndose en ninja como solo él sabe y desapareciendo hasta el final de los tiempos.
Quiero tener la garantía de que siempre estarán por ahí, siempre podré verlos, siempre podré ir al cine y decir: Oh, mira Nikki, qué guapa está, sigue igual de preciosa que siempre. Rosalie está viva dentro de ella.
Tengo miedo de que Stephenie deje de escribir, deje de crear mundos perfectos como el de esta saga y la otra que está empezando. Estoy asustada porque un día puede decir: Dejo de escribir, lo siento, no puedo hacer esto más, las cosas son demasiado complicadas...
Cuando mi amiga y yo nos miramos, ella está llorando. Yo, no.
Porque mi saga es eterna.
A partir de ahora, todos los 16 de noviembre, veré una de las películas. Cogeré el último DVD en mis manos, la edición especial, me meteré en mi casa, me taparé con una manta y clavaré la vista en la tele tanto como dure la película, sin quejarme, moverme ni pestañear.
Porque mi saga es eterna.
Nosotros vamos a hacerla eterna.
El 16 de Noviembre se acabó la Saga Crepúsculo... y el 16 de Noviembre nació una leyenda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Dedica un minutito de tu tiempo a dejarme un comentario; son realmente importantes para mí y me ayudarán a mejorar, al margen de la ilusión que me hace saber que hay personas de verdad que entran en mi blog. ¡Muchas gracias!❤