"Llegará un día en el que todos hayamos crecido, obtenido un título universitario, tal vez incluso nos hayamos casado y tengamos hijos, un día en el que estaremos con nuestra rutina de siempre. Tal vez estarás conduciendo al trabajo con la radio del coche puesta, o preparando la cena con la televisión encendida en el salón. La vida, como siempre, hasta que oyes un nombre. Es el nombre de la persona a la que dedicaste un blog cuando tenías 16. La persona de la que tenías pósters en tu habitación, de arriba a abajo de la pared, o de fondo de escritorio. La persona cuya serie solías ver cada semana, cada vez que salía, o la banda a la que solías amar. La persona del elenco de una película que te cambió la vida, o el personaje que te enamoró en cada página de la fanfic que estabas leyendo. No has oído ese nombre en mucho tiempo, y te hace recordarlo todo. Y, entonces, a ese nombre le siguen dos palabras. Ha muerto. Y, en ese momento, dejas el pelador de patatas y te apoyas en la encimera de la cocina, o te diriges hacia un lado de la autopista, con lágrimas corriéndote por la cara. Y, alrededor del mundo, hay gente que solía ser como tú, con lágrimas corriendo por sus mejillas y sollozos habriéndose paso por el pecho, porque se acuerdan.
Porque los fandoms nunca llegan a morir.
Nosotros nunca llegamos a superarlo realmente.
Nunca olvidamos realmente."
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