Fácil… curiosa palabra. Siempre me he preguntado qué hace en
el diccionario una palabra que no tiene un significado real. Se supone que
significa sencillo, ¿pero qué significa sencillo? Sencillo significa “fácil de
hacer”, y en esta definición vuelve a aparecer la palabra fácil, la cual
significa sencillo. Podríamos seguir así hasta el fin de los tiempos, pero no
es este el principal tema del que quiero hablaros.
El tema principal es que nada, absolutamente nada, es fácil.
Lo fácil es sencillo, y lo sencillo es fácil, ¿pero qué cosas son fáciles o
sencillas? ¿Realmente existen cosas así?
Os voy a contar una pequeña historia, una pequeña historia
de la que espero que saquéis alguna enseñanza.
Esta es la historia de cómo en un día mi vida cambió por
completo.
Muchos dicen que el día en el que te enamoras eres la
persona más feliz del mundo. Dicen que el amor cambia a la gente, los hace ser
mejores personas, pero eso no es siempre así.
El día que me enamoré lo primero que me vino a la cabeza fue
“mierda, esto va a acabar muy mal”.
No me enamoré de un chico de mi pueblo, ni de un chico del
pueblo de al lado, ni siquiera de uno de cuatro pueblos más allá. Ni siquiera
me enamoré de un solo chico. Me enamoré de un chico de Mullingar, de uno de
Bradford, de uno de Wolverhampton, de uno de Cheshire y de uno de Doncaster al mismo tiempo.
Eso de enamorarse de esos cinco chicos no estaría nada mal
si yo no fuese metalera. Yo, fan de Metallica, amante de Avenged Sevenfold y
obsesionada con AC/DC, me enamoré de One Direction. Suena ridículo, ¿verdad?
No me enamoré de sus físicos, como muchos piensan. Me
enamoré de sus miradas, de sus sonrisas, de sus voces, de los rizos de Harry y
de su mirada, de los dientes de Niall y de lo rojo que se ponía cuando se reía,
de la manera de hacerme reír de Louis, del corazón de Liam y de Zayn
Filósofo-Malik.
Desde el primer momento supe que este amor me iba a traer
problemas… y me los trajo, ¡vaya si me los trajo!
Recuerdo las caras de todos y cada uno de mis amigos el día
que salió de mi boca el primer “¿Qué cojones os hicieron los de One Direction
para que los insultéis?”. Fueron las expresiones más raras que había visto en
mi vida, una mezcla entre sorpresa y asco.
La mayoría de mis amigos al ver que era Directioner dejaron
de hablarme, otros me preguntaron que cómo podían gustarme esos gilipollas y
otros me dijeron “Estás de coña, ¿no?”. Pero no, no estaba de coña. Ni yo misma
sabía cómo podía haberme enamorado de ellos, pero ellos me hacían feliz, ¿qué
había de malo en eso? Por lo visto, hay muchas cosas malas que yo nunca lograré
ver.
Me encontré sola, sola como nunca antes había estado. Donde
antes había diez amigos ahora quedaba uno, donde antes había amistad ahora
había desprecio, donde antes había respeto… ahora había insultos. ¿Por qué?
Porque me gustaba un grupo de “cinco maricas en una dirección”.
¿Y QUÉ? JODER, ¿Y QUÉ? SÓLO SON GUSTOS MUSICALES. MENUDA
MIERDA DE AMIGOS. ¿ME DEJAN DE LADO POR ESCUCHAR CIERTO GRUPO DE MÚSICA? Pues
sí, lo hicieron.
Nunca antes había tenido experiencia con el bullying, nunca
me habían gritado por la calle que era una niñata de mierda que moriría rodeada
de posters de cinco gilipollas, nunca me habían llamado por teléfono
preguntando cuando iba a suicidarme porque uno de One Direction no me daba
follow, nunca me habían dicho que era una gorda de la que ninguno de mis cinco ídolos
se podría enamorar jamás, nunca me habían dicho que gente como yo tendría que
morirse, nunca me había sentido tan pisoteada.
¿Qué hacer cuando todos te odian por algo que ni siquiera es
malo? ¿Qué hacer cuando sientes que no puedes seguir? Ir por el camino “fácil”.
Mi camino fácil fue intentar volver atrás. No pude.
Pensé que iba a ser fácil decir “One Direction no existe
para mí”, pero no lo fue. Pensé que iba a ser fácil sentarme en un bar y no
tener ganas de cantar cuando sonara What Makes You Beautiful, creí que sería
fácil olvidarme de ellos.
LO FÁCIL NO EXISTE.
Fingí que había conseguido olvidarlos. Recuperé el respeto
de mis “amigos”, dejaron de insultarme, volvieron a mirarme sin ponerme malas
caras… pero, ¿de qué me servía el respeto si no me respetaba a mi misma? No me
daba la gana de seguir así, quería poder gritar que era directioner, quería
poder acosarlos en twitter cuando hicieran un follow spree… quería ser yo.
Un día le eché valor. Puse una foto de One Direction en el
encabezado del twitter, los incluí en mi biografía, los empecé a seguir, y puse
un tweet con una foto de ellos. Los insultos, las malas caras y las llamadas
volvieron, pero esta vez algo había cambiado en mí. No me importaban los
insultos, las caras que la gente me pusiera y las jodidas llamadas. Me daba
igual todo, porque por fin había tenido narices a decir en un lugar público: “SOY
DIRECTIONER, Y ME IMPORTA UNA PUTA MIERDA LO QUE PENSÉIS DE MI”.
Poco después de eso, intenté conseguir una entrada para el
TMHT, pero mi madre no me dejó. Juré que conseguiría una entrada para el WWAT,
y empecé a ahorrar para poder comprármela yo misma, y a buscar una manera de
ir. Todo el mundo me decía que no la conseguiría, que era una gilipollez
gastarse dinero en ir a verlos, pero yo seguí. Ahorré todo lo que pude… y
cuando por fin salieron las fechas de los conciertos de España y se pusieron a
la venta las entradas, no conseguí
ninguna.
En casa: “te dije que era una gilipollez ahorrar para eso,
es una tontería, es solo un concierto”.
En la calle: “¿Qué? ¿Te has quedado sin entrada para ver a
tus cinco maricas?”.
En el instituto: “¿Podrías dejar de
quejarte en twitter de que no tienes la puta entrada?”.
Pero no me rendí, y aprovecho que
estoy escribiendo esto para decir:
OS JODEIS CABRONES, UNA SEMANA
DESPUÉS DE LA VENTA DE LAS ENTRADAS CONSEGUÍ COMPRAR UNA PARA O PORTO, Y VOY A
IR AL WWAT, Y ME IMPORTA UNA MIERDA LO QUE DIGÁIS, VOY A CUMPLIR MI SUEÑO
MIENTRAS VOSOTROS MALGASTÁIS VUESTRO TIEMPO EN JODERLE LA VIDA A GENTE QUE NO
OS HA HECHO NADA.
Algún día vosotros
también podréis cumplir vuestros sueños, los sueños se cumplen. Es cierto que lo fácil no existe, todo en esta vida es
difícil, pero no imposible. Echadle valor.
Estoy de acuerdo en que enamorarme de cinco chicos que
posiblemente nunca conoceré es algo realmente estúpido, pero no puedes elegir
cómo, cuándo y de quién te enamoras, simplemente ocurre.
Si te pasa como a mí… sólo puedo pedirte que no seas tan
gilipollas como yo. Que tengas valor desde el principio, que te des cuenta
antes que yo de todo. Espero que te des cuenta de que si ellos son felices, tú
eres feliz también y no tienes porqué esconderlo. Espero que tengas valor a
estar orgullosa de verlos crecer, de ver todo lo que consiguen GRACIAS A TI y
que nunca los abandones por lo que diga la gente.
No seas tan idiota como yo, lucha desde el principio, sueña,
VIVE.
PD: Gracias @EriLautTommo por haberme hecho conocer cinco razones para vivir.
Ha sido un plaséh
ResponderEliminar