martes, 5 de agosto de 2014

¿Cuándo se acaba la juventud?

Cuando te dejas arrastrar por lo que la gente espera de ti, y no por lo que tú quieres.
Cuando tú pasas a un segundo plano y lo que piensan los demás ocupa toda tu mente.
Cuando decides que ese deseo de ser astronauta, presidente, princesa, medallista olímpica o escritora no es para ti, y te enclaustras en una oficina a cambio de un dinero que no vas a disfrutar, y que invertirás en una vida a la que sólo sobrevives.
Cuando prefieres quedarte en la toalla a coger un buen bronceado que ir corriendo a la orilla del mar a darte un chapuzón y fingir ser un pececito.
Cuando aprendes un idioma para trabajar en el extranjero en lugar de hacerlo por el simple hecho de que te gusta cómo suena, quieres saber qué dice tal canción, o te apetece aprender un poco más.
Cuando tardas en dormirte por las noches, preocupándote porque un futuro que tú no deseas se cierne sobre ti y no tienes idea de cómo aplacarlo.
Cuando ya no te envían a dormir a la cama, sino que te dejan hasta las tantas de la madrugada, con la única condición de que "te levantes pronto para hacer las tareas".
Cuando, en lugar de pedirles a tus padres que te compren tal bolsa de chuches, les pides 10 euros para ir a comer a un McDonalds.
Cuando te haces fotos en sitios emblemáticos y las cuelgas en redes sociales para presumir de todo lo que has hecho y lo poco que han hecho los demás, en lugar de para poder volver años más tarde y recordar lo bien que te lo pasaste ese día.
Cuando te abstienes de ir al cine y ves la película pirata porque necesitas el dinero para ir a emborracharte el próximo fin de semana con tus amigos.
Cuando vas de vacaciones y estás más preocupado por la hora a la que empieza la visita guiada y por conseguir el souvenir perfecto para gente que en realidad no te interesa lo más mínimo, en lugar de coger la mochila con un bocadillo, una botella de agua y la cámara de fotos e ir a investigar por tu cuenta.
Cuando te levantas por las mañanas sin ganas de ese día, con la única esperanza de volver a la cama sin haber llorado demasiado por la noche.
Cuando te subes a una báscula y te horroriza lo que ves allí.
Cuando te fijas más en las arrugas de tu cara que en el brillo de tus ojos.
Cuando te rompen el corazón... y cuando lo rompes tú.
x

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Dedica un minutito de tu tiempo a dejarme un comentario; son realmente importantes para mí y me ayudarán a mejorar, al margen de la ilusión que me hace saber que hay personas de verdad que entran en mi blog. ¡Muchas gracias!❤