Poca gente piensa que el infierno es donde ya estamos, y que muy pocos pueden, en realidad y al contrario de lo que muchos piensan, escapar de él.
Los juguetes maltratados dejan la guardería que les tortura.
Pero yo me quiero demasiado y sé que para mí soy demasiado especial y fuerte como para renunciar a las estrellas a cambio de dejar a los agujeros negros del universo sin planetas, cometas y lunas que absorber.
Es una lástima que no todo el mundo se dé cuenta de que para sí mismo es igual de fuerte e igual de especial.
Queda tanto por hacer, tantas cosas por las que ser fuertes, y tan pocos queriendo serlo.
Esto es por todos los juguetes rotos que se precipitan a la basura sin saber que un niño puede quererlos a pesar de sus magulladuras.
Por todos los genios de la lámpara que nos conceden deseos a los demás... y luego, sin recibir un gesto de gratitud a cambio, se van.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Dedica un minutito de tu tiempo a dejarme un comentario; son realmente importantes para mí y me ayudarán a mejorar, al margen de la ilusión que me hace saber que hay personas de verdad que entran en mi blog. ¡Muchas gracias!❤