miércoles, 10 de septiembre de 2014

Mens sana in corpore sano.

Últimamente, cada vez que comento que me voy a hacer ejercicio, hay gente que me pregunta "¿por qué? Seguro que estás perfecta."
Y a mí eso me cabrea. Me cabrea como pocas cosas me cabrean en esta vida. Porque, para empezar, hay mucha gente que no hace ejercicio sólo para "estar perfecto", sino porque le hace sentirse bien.
Hay un grupo que sí lo hace para "estar perfecto", para mejorar su imagen, y una vez lo consiguen, simplemente dejan las zapatillas de deporte en un cajón y se entregan a la vida que llevaban antes, sin pararse a pensar dos segundos en que todo aquel esfuerzo y sacrificio que había llevado a cabo a cambio de ganar en tantas cosas. No sólo en imagen, sino también en salud.
Es muy bonito tirarse en el sofá todo el día a ponerse hasta el culo de Doritos, pizza, o una hamburguesa cuya carne viene de las mutilaciones de una bestia mutante que McDonalds tiene escondida en lo más alto de la más alta torre donde, casualmente, vivía la princesa Fiona. Es cojonudo no hacer absolutamente nada por ti, de verdad, y yo lo sé, porque yo lo hacía. Pero cambié. Evolucioné. Algo en mi interior me dijo "hay que ponerse las pilas, Erika", y yo me puse las pilas y comencé a trabajar para mejorar mi salud.
Llamémosle "herencia genética que me hace estar a un pelo de ser diabética" ü
Llamémosle "dejar de lloriquear por lo que nos ha tocado y comenzar a trabajar por lo que realmente queremos y merecemos".
Podríamos ponerle muchos nombres, pero no es eso lo preocupante. Lo preocupante es que siento que me demonizan por intentar mejorar, que tratan de hacerme creer que estoy traicionando a lo que yo era antes por simplemente bajar unos kilos, o unas tallas, o sentir que no me ahogo cuando voy caminando, o que no me duelan tanto las rodillas porque no cargan tanto peso como tenían que hacerlo antes, o poder llevar el bolso colgado durante más tiempo porque para algo mis brazos están acostumbrados a cosas que antes les aterrorizaban.
No me enfada que me pregunten que por qué hago ejercicio, ni que me digan que estoy perfecta cuando no pueden saberlo si no me han visto nunca. Me enfada lo que se esconde detrás de eso. Conformismo. Pensar que uno no es suficiente y nunca va a serlo, de modo que no se trabaja ni un pelo para alcanzar lo que está por encima de nosotros, lo que rozamos con la yema de los dedos estando de rodillas. A veces hay que ponerse de pie.
A veces, hay que pensar que si una civilización decía "mente sana en cuerpo sano", y ésta resulta ser la madre de la madre de nuestra cultura, es que estaban haciendo algo bien. Es que ellos ya comprendían que la felicidad residía en tener equilibrio entre mente y cuerpo, y eso, como he podido comprobar, se consigue ejercitándote. Te sientes mejor. Más seguro, más fuerte. Y eso no tiene precio.
Ni por todo el oro del mundo deberíamos renunciar a permitir que nuestras alas nos eleven a lo más alto, pero hay que tener en cuenta algo: si la espalda no es lo suficientemente fuerte para mantenerlas, nuestras alas se romperán.
Y caeremos al vacío.
Y sólo nos tocará escalar.
Y el límite ya no va a ser el cielo, sino, como mucho, el Everest.
¿Merece realmente al pena?

6 comentarios:

  1. Que don de la palabra tienes!!!!! Me encanta como has descrito la situación en la que se encuentra esta sociedad actualmente. Y estoy totalmente de acuerdo contigo. Muchas veces nos quejamos por lo que nos ha tocado pero no hacemos nada para cambiarlo. Y el hecho de que tú te estés ejercitando por tu salud, por tu propio bienestar, y no por cumplir los malditos estereotipos de la sociedad, me parece genial. Chapó por ti, Eri
    PD: tu cuenta de twitter es una de mis favoritas. Me pareces una chica muy divertida :) Me encantan tus tweets
    @Gemiita_25

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Awwwwwwww muchísimas gracias vida ♥ Aunque confieso que yo primero estuve en el segundo tipo, pero el ejercicio me ha reportado tantas cosas buenas, una paz conmigo misma que no sabía ni que existía, que no sé... ahora me gusta hacerlo, también me gusta descansar, por supuesto, pero... siento que estoy invirtiendo mi tiempo en algo beneficioso para mí (y, ¿quién sabe? Tal vez me añada unos años de vida, no muchos pero algo es algo), así que eso hace que sea aún más feliz.
      Muchísimas gracias por tu comentario, corazón ♥

      Eliminar
  2. Joder, pero qué bien escribes. Y gracias porque llevo un montón de tiempo pensando que no me gusta mi cuerpo y arrepintiéndome por haber engordado ya que cuando era pequeña era muy delgada, pero me has dado una razón para volver a intentarlo, aunque no fuera lo que pretendías. Gracias de nuevo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Muchas gracias, corazón! Me alegro de haberte animado a ponerte en forma, pero piensa que eso requiere mucho esfuerzo, y que a veces es duro, así que lo importante es que lo hagas para estar a gusto contigo misma y porque te apetece, créeme ♥
      Mucho ánimo <3

      Eliminar

Dedica un minutito de tu tiempo a dejarme un comentario; son realmente importantes para mí y me ayudarán a mejorar, al margen de la ilusión que me hace saber que hay personas de verdad que entran en mi blog. ¡Muchas gracias!❤