jueves, 13 de septiembre de 2012

Feliz cumpleaños, Nialler.

Londres; unos días antes de que Alba se pusiera a hacer cuentas sobre asuntos femeninos.
Como siempre, había ruido en casa. Aquella pequeña mansión nunca estaba callada, al contrario; bullía como un hormiguero, pero no con tensión, sino más bien con una suave actividad que te recordaba que allí vivía gente.
Al principio, habíamos sido solo cinco.
Ahora, éramos ocho.
Aparté la sábana, me desperecé y abrí las ventanas mientras oía murmullos al otro lado de la puerta.
Y me acordé de qué día era.
Abrí la puerta de par en par y me puse a gritar.
-¡TENGO 19 AÑOS, DAMAS!
Noe se abalanzó sobre mí y me besó.
-¡Felicidades, Nialler!
-¡Gracias!
Di brincos por las habitaciones, abriendo las puertas cuando no contestaban. Louis me lanzó la almohada cuando abrí la puerta y lo desperté, pero se tranquilizó cuando le pregunté dónde estaba Eri, ya que ni siquiera había mirado en su habitación, pues siempre dormían juntos en la de él, se encogió de hombros y alzó el brazo para que le devolviera su mullido proyectil.
Se incorporó un poco y me miró.
-¿Hoy es tu cumpleaños, no?
Sonreí.
-Exacto.
-Guay. Bienvenido al club de Peter Pan-se dio la vuelta y puso el culo en pompa; no pude evitar adelantarme para darle una bofetada en las nalgas.
-¡Ahí lo tienes!
-¡Hijo de puta!-rió Louis-. Felicidades, Nialler.
-Gracias, Lou.
Salí de la habitación y fui a buscar a Harry, que se estaba cambiando en la suya.
-¡Harry!
-¡Felicidades, Niall!
-¡Gracias! ¿Y Zayn?
Había aprovechado para llamar a la puerta de este, pero no obtuve respuesta, y cuando me asomé, descubrí que no había nadie.
-Se estará duchando-se encogió de hombros y comprobó que llevaba bien puestos los bóxers.
-Vale.
Así que corrí al baño, abrí la puerta y salté hacia la ducha.
-¿Quién eres?-preguntó Zayn sobre el murmullo del agua.
-¡Soy Niall!
-¡Guay! ¡Ziall Malikan! ¡Yiiiiiiiiiiiiiiha!-replicó, abriendo la cortina y salpicándome con la ducha. Nos echamos a reír.
-¿Qué día es hoy, Zayn?
-Calla. Sé qué día es. ¡ABRÁZAME, AMIGO!-abrió los brazos y yo me precipité hacia él, empapándome totalmente.
-¡CÓMO TE QUIERO, DIOS MÍO!
-¡GUAPO, GUAPO Y GUAPO! ¡VIVA IRLANDA, JODER! ¡VIVA IRLANDA!
Nos echamos a reír y nos balanceamos hacia los lados.
-Feliz cumpleaños, irlandesito.
-Gracias, Mohamed.
Zayn se echó a reír.
-Cabrón.
Salí del baño y me afané en encontrar a Liam a base de llamarlo dando gritos por la casa.
-¡Abajo!-bramó Liam, y Alba salió de la habitación de su novio gritando.
-¡UNA NO PUEDE DORMIR EN ESTA PUTA CASA!-movía los brazos como el Doctor Octopus de Spiderman, pero al verme se detuvo y sonrió-. ¡Feliz cumpleaños, Niall!
Nos abrazamos y me dio un beso, después, corrí escaleras abajo y salté sobre Liam y Noemí, que estaban colocando en la mesa los platos del desayuno. Me felicitaron, y busqué a Eri.
-¿Dónde está Eri?
Me asomé al salón, me incliné sobre los sofás, levanté los cojines y seguí buscando.
Pero no se me ocurrió mirar detrás de donde colgábamos los abrigos; si lo hubiera hecho, habría visto los pequeños pies que sobresalían por debajo.
-¡FELICIDADES, NIALL!-bramó ella, tirándose sobre mi espalda. Grité, caímos al suelo y nos empezamos a reír. Me dio un beso en la mejilla y noté cómo me ruborizaba.
¿Por qué solo me ruborizaba cuando Eri me besaba, y con las demás no me pasaba lo mismo?
Ah, claro. Era mi pequeña diosa.
-¡VAS HAPPENIN, VAS HAPPENIN VIEJITO, VAS HAPPENIN!
Reímos como locos hasta que Louis y Harry bajaron las escaleras, nos encontraron revolcándonos en el suelo, haciendo la croqueta (o el rollito de primavera, dependiendo de a qué país pertenecieras) y pataleando en el aire; y nos levantaron.
-¿Por qué cuando fue mi cumpleaños no os pusisteis tan contentos?-preguntó Liam, divertido. Harry le pasó un brazo por los hombros.
-Porque Niall es nuestro favorito.
-Y tú nos caes mal, Liam. Asúmelo-asintió Louis con semblante serio. Liam hizo pucheros, y nos volvimos a echar a reír.
-¿Zayn?
-En la ducha-respondimos Harry y yo a la vez. Eri se asomó a las escaleras, se inclinó sobre la barandilla y llamó al musulmán.
-¡Zayn! ¡Zayn, a desayunar!
-¡Voy!-replicó él desde el baño.
-¡A ver si es verdad, si no, voy a buscarte!
Todos nos imaginamos a Zayn sonriendo.
-¡Sube cuando quieras!
Efectivamente, Zayn estaba sonriendo. Eri se echó a reír, negó con la cabeza y miró a Louis.
-¿Me dejarás conocer a otro hombre que no seas tú?
Louis alzó las manos.
-A mí, mientras me sigas dando mi parte...
Eri volvió a reírse, replicó que Louis era imposible, y empezó a subir las escaleras. Todos escuchamos cómo abría la puerta del baño y saludaba a Zayn, imitando a la perfección su acento y su voz:
-¡Vas happenin!
Wosápenin.
Zayn replicó lo mismo y protestó cuando Eri lo sacó a rastras del baño y lo obligó a ponerse una toalla. Además, como era costumbre entre ellos, la española comenzó a despotricar contra los tatuajes del inglés.
-¿Quién coño te crees que eres? ¿La Mona Lisa? ¿Eh? ¿Por qué te pintas tanto, moreno?
Zayn se reía cuando Eri adoptaba ese tono de madre ultra protectora, pero la verdad es que le quedaba bien esa forma de hablar.
En cierto modo, Eri era como la madre del grupo. Una madre que estaba loca, una madre a la que no te extrañaría ver intentando colgarse de la enorme araña del vestíbulo porque quería "sentirse como en Piratas del Caribe 2, cuando se balanceaban sobre el abismo" (hecho total y absolutamente verídico, que desafortunadamente no volveríamos a ver ya que no conseguimos grabarla antes de que se cayera al suelo y Louis empezara a reírse como un loco en vez de ir a ayudarla), una madre que si te pillaba fumando, en el caso de Zayn, escondiéndote detrás de un sofá porque alguien estaba usando una cuchara, en el caso de Liam, paseándote desnudo por la casa cuando hacía 10 grados, en el caso de Harry, mirando por la ventana y chillando ¡BUSCA A KEVIN, GERIFRUNGIA! a las palomas, en el caso de Louis, o revolviendo en la nevera para saciar un apetito reivindicativo, en mi propio caso, siempre sacudiría la cabeza, cerraría los ojos y musitaría, o bien:
-Mi niño es subnormal.
O bien:
-Por favor, Louis, es evidente que esa es Susana, no Gerifrungia.
Tenías que reírte, no podías evitar reírte, Eri era así. Louis en chica.
Y a todos nos gustaba tener dos Louis.
¿Uno? Era bestial.
¿Dos? Dos era pasearte por el Olimpo de la risa.
Y se hacía escuchar, como aquel día que nos había entrado una paloma en casa (la archienemiga de Kevin, según nos confió Alba), y el bicho en cuestión se dedicó a volar por las habitaciones, causando el pánico y el caos (Louis salió corriendo de la suya chillando como una chica, con los brazos en el aire, y acabó lanzándose a la piscina con ropa incluida, diciendo que en el pozo de la sabiduría estaría a salvo (¿? Louis, eres gilipollas, y aun así te queremos) y contagiando el terror a Harry, que empezó a saltar por la casa, a encerrarse en las habitaciones y chillar que la legión había llegado a Inglaterra).
Había que reconocer que la paloma tenía movimientos de break dance muy chulos. Se ponía  a dar vueltas a su alrededor, las alas extendidas y vibrantes. Pero, claro, cuando cabreas a una paloma, la paloma se convierte en una bestia sin corazón.
Después de ver cómo Louis se lanzaba a la piscina, Harry se encerraba en una habitación y se ponía a chillar, Liam ponía la tele más alta para escuchar una canción de Leona Lewis, alegando que no pensaba meterse en aquel tema que no le incumbía, le pidió ayuda a Zayn.
-¿Va a cagarme encima?
Como ella se encogió de hombros, Zayn no levantó el culo del sofá.
Yo, sí.
Pero para sentarme en el pasillo y ver cómo Eri se las arreglaba para sacarla del baño, donde se había encerrado el bicho.
Al principio se quedó mirándola un rato, estudiando sus movimientos como si fuera una gata.
Susurró una palabra.
Una única palabra.
Kevin.
Y el animalito se quedó quieto y se dejó coger.
Cuando la soltó en el jardín y la paloma alzó el aire, miró a Louis.
-Era Kevin.
Louis se echó a llorar (fingiendo, claro) mientras observaba el cielo y Eri se metía en casa y nos gritaba a todos que le debíamos 50 libras por aquello.
Recordando el episodio al que nos referíamos como Las Aventureras Aventuras de One Direction 2: Kevin se nos mete en casa, nos sentamos a la mesa y disfrutamos de un copioso desayuno.
A mí no me apetecía quedarme en casa el día de mi cumpleaños, y todos sonrieron y asintieron cuando les dije si podíamos ir a dar una vuelta.
Fuimos al parque donde grabamos One Thing, y allí nos encontramos con bastantes fans. Tras atenderlas en todo lo que querían, aceptar algunos regalos improvisados que decidieron hacerme y largarnos de allí todo lo rápido que pudimos cuando el número de chicas emocionadas se disparó peligrosamente, fuimos a comer a Nandos, como no podía ser menos, por otra parte.
Y, después de estar toda la tarde en una bolera, picándonos entre nosotros, regresamos a casa, y los chicos me dieron mis regalos.
Louis y Zayn me regalaron una gorra que, según ellos, tardaron día y medio en encontrar. La gorra tenía un trébol gigante justo sobre la visera, verde, y en letras doradas, Irish swag. Sonreí.
Liam me regaló un libro en español, y yo me emocioné.
Harry me dio una púa de guitarra de edición coleccionista de los Beatles, y continué emocionándome.
Pero he de decir que el regalo de las chicas fue el que más me gustó de todos.
-El nuestro no es un regalo que puedas coger cuando te apetezca-explicó Noe mientras Eri se metía en Internet, iba a Youtube e iniciaba sesión con su cuenta. Se puso a buscar en los vídeos subidos y me mostró un pequeño vídeo de 3 minutos y 18 segundos en el que salían ellas tres (y otra  chica que yo no conocía) felicitándome el cumpleaños.
Tuve que enjugarme las lágrimas de la cara antes de mirarlas y agradecerles lo que habían hecho.
Eri puso ojos como platos.
-Si este te gusta, que es un poco cutre, prepárate para el siguiente.
Continuó buscando sus vídeos hasta que encontró el elegido. Los acordes de la versión instrumental de Live While We're Young (cuando escuché esa música me las quedé mirando sin poder creerme lo que habían hecho) empezaron a sonar mientras la cámara enfocaba a los cuatro tíos con los que compartía un sueño.
-¡Hola, Niall!-saludaron todos.
-Seguramente ahora mismo ya estés llorando como una magdalena-empezó Louis, sonriéndome. El Louis que estaba conmigo sonrió también-. Tienes que reconocerlo, ¿te esperabas, o no te esperabas esto?
-Seguro que estás diciendo que no con la cabeza-continuó Liam, echándose a reír, y no me sorprendió que hubieran anticipado todos nuestros movimientos.
-El caso es que hoy es tu cumpleaños, y hoy cumples 19. ¿Mola, o no mola tener 19 años?-Zayn empezó a moverse al ritmo de la música y me eché a reír-. Hoy nos toca a nosotros ser los que te alegremos los días, Niall, así que...
-¡Coge pañuelos, porque vas a inundar el mundo!-terminó Harry, perdiéndose con los demás en una espiral negra.
-La primera vez que vi a Niall Horan-empezó Louis, no en vano era el mayor, así que seguiríamos un orden de edad en el vídeo-, pensé ¡menudo tío más divertido! Creí que debía tener algo mal en la cabeza para estar riéndose todo el rato. La primera vez que hablé con él, descubrí que no tenía nada raro en el cerebro, sino en el corazón. Es tan tierno, le encanta tanto vivir, que no entiendo por qué se alegra de estar haciéndose viejo y acercándose a la muerte-Louis alzó las cejas, frunció los labios y se encogió de hombros-. Tal vez no sea tan estúpido, después de todo.
-La primera vez que vi a Niall le grité ¡VAS HAPPENIN RUBIALES!. Creo que la decisión de Katy, el sí que le dio, ha sido una de las mejores elecciones que ha hecho una mujer en su vida. Y ya no hablemos de meternos a todos en la misma banda. Quiero decir, ¡venga! Tenemos a un irlandés que baila como nadie, y a un inglés que es más guapo que el demonio. ¿Qué mas podemos pedir?-sonrió Zayn, guiñando un ojo.
Eri le dio un codazo al que tenía detrás, mirando el vídeo.
-La primera vez que vi a Niall pensé que era demasiado chulito como para ser bueno. Entonces le oí cantar, vi cómo tocaba la guitarra, vi cómo bailaba ese baile suyo irlandés, escuché que lo comparaban con Justin Bieber, y vi que no les faltaba razón. Pero entonces vi cómo comía, cómo le importaba un pimiento comer con cuchara, y entonces decidí que no me iba a caer bien nunca. Me equivocaba-Liam se encogió de hombros, puso cara de niño bueno y la cámara pasó al pequeño de la banda.
-La primera vez que vi a Niall-empezó Harry, y Louis saltó por detrás:
-Prepárate, este nos tiene aquí media hora para decir "creí que era demasiado rubio para ser inglés".
Risas de los chicos, cara de mal humor de Harry detrás de la cámara.
-La primera vez que vi a Niall pensé que iba a ser un tío especial. En cuanto entró en la audición captó toda la atención, era como un faro en medio de la noche. Su manera de andar, de vestir, de reírse... es única. La banda no sería nada si no tuviéramos a Niall.
Zayn se asomó por una esquina.
-Louis no sería nada si no estuviera Niall.
-¡Oye! ¿Me he metido yo en tu plano? Pues sal del mío-Harry se echó a reír, y la imagen se volvió negra.
Entonces, apareció Alba.
-No me acuerdo de la primera vez que vi a Niall-confesó ella, mirando al suelo. Levantó la cabeza y clavó sus ojos marrones en la cámara-. Pero sí que me acuerdo la primera vez que hablé con él. Estaba comiendo...
-Qué raro-comentó Eri por detrás, y Noemí rió por lo bajo.
Alba fingió no hacerles caso.
-Y me fijé en que incluso comía amando la vida. Creo que tiene una filosofía muy peculiar, es súper optimista, está todo el día riéndose, y eso es bueno. La gente que se ríe vive más.
Fue el turno de Eri.
-Bueno, antes que nada-se empezó a mesar el pelo y sonrió-, quiero decir que si la gente que ríe vive más, Niall va a enterrarnos a todos. Seguramente a mis propios nietos. Y ahora, venga, en serio. Yo sí me acuerdo de la primera vez que vi a Niall. Me acuerdo de cuando las chicas me enseñaron a los chicos por primera vez, y estuve un par de semanas refiriéndome a Nialler como "el rubio que no paraba de decir potatoes". Es que-explicó- el primer vídeo que vi de los chicos era el tercer vídeo diario, y, como comprenderéis, una no tiene cabeza para darse cuenta de lo importante que va a ser una persona en cuanto la conoce.
-El caso-continuó-, es que me alegro muchísimo de que las chicas me enseñaran ese vídeo, porque ahora no sé qué haría sin Nialler. Supongo que yo también soy un poco como Louis y necesito a Niall para vivir. Un cómico no es nada sin alguien que le ría las gracias, ¿no?
Y Noemí le arrebató el plano.
-La primera vez que vi a Niall fue por casualidad. Según estaba viendo los videoclips de la tele, apareció What Makes You Beautiful, y yo me quedé pegada a la pantalla, mirando a esos cinco británicos cantar como nadie. He de confesar que al principio les mezclaba los nombres, pero ahora sé muy bien quién y cómo es cada uno. Sois tan diferentes y a la vez tan iguales, chicos... No sé cómo hay gente que puede vivir sin conoceros.
Ahogué una exclamación cuando Katy Perry apareció en el plano, mirando el escenario donde, supuse, iba a actuar.
-¿Niall? Sí, claro que me acuerdo de la primera vez que lo vi. Fue cuando estaba de jurado en las audiciones para The X Factor, y solo diré una cosa: el haberle dado el sí ha sido lo mejor que he hecho en toda mi vida.
Yo ya lloraba cuando Simon apareció en pantalla.
-¿Niall Horan? Estaba riéndose todo el rato, era tan optimista daba asco.
Decenas de personas desfilaron por la pantalla: mis amigos de Mullingar, mi familia, algunos de mis profesores, compañeros del concurso (sonreí cuando Cher me invitó a que le diera la oportunidad de tomarse la revancha en Megamind)...
Demi.
-¿Niall?-sonrió, se apartó el pelo de la cara y pareció sonrojarse ligeramente-. Es un cielo de chico, en serio. He estado hablando con él varias veces por Internet, ¡y hoy por fin voy a conocerlo! Estoy súper emocionada. Creo que he conectado con él de una forma en que no lo he hecho con nadie.
Los chicos empezaron a silbar cuando vieron que yo también me sonrojaba, y Alba carraspeó.
En la pantalla volvieron a aparecer los chicos, solo que uno a uno esta vez.
-Niall puede estar riéndose.
Un vídeo mío en el que me balanceaba adelante y atrás, rojo de la risa. Video diario número dos.
-Puede estar imitándote.
If today was the last day of my life I would eat potatoes, numpa potatoes...
-Puede estar bailando la Macarena delante de miles de personas.
Mi baile de la Macarena en un concierto ya no recordaba dónde.
-Puede comportarse como Will Smith en El príncipe de Bel Air.
Una imagen mía chocando los cinco con un chaval en el que decía, con letras de neón: FRESH PRINCE OF MULLINGAR.
Alba.
-Puede hacerse el sexy.
El típico fragmento de vídeo en el que levantaba la cabeza y mi pelo rubio se balanceaba por el viento.
-Puede pasar de todo-añadió Noe, abriendo los brazos.
Parte del vídeo de la broma de Nickelodeon, donde yo me limité a sentarme a esperar a que nos dijeran que nos estaban tomando el pelo.
-O-finalizó Eri-, puede estar desafiando a la gravedad.
Mezclas y más mezclas de todos los saltos que había dado delante de las cámaras, desde las pequeñas imitaciones de conejitos del concurso a los brincos dignos de un canguro que daba en las giras.
Miles de fotos de fans sosteniendo carteles felicitándome, diciéndome que me querían. Cientos de vídeos de fans deseándome un feliz cumpleaños.
Los chicos delante de la cámara, respaldados por decenas de Directioners, bailando al ritmo de las canciones. De todas ellas.
Las fans corearon al unísono mi nombre, el plano se apagó, y delante apareció Louis, que dijo dos palabras y dejó paso a Zayn. Se repitió el mismo proceso con Liam, Harry, Alba, Noe y Eri.
-Niall Horan.
-Niall Horan.
-Niall Horan.
-Niall Horan.
-Niall Horan.
-Niall Horan.
-Niall Horan-finalizó Eri, abriendo los brazos, y de repente, los demás estaban alrededor de ella-. Llenando este mundo con su risa desde 1993.
Una despedida: vista aérea de un lugar del que no se veía el suelo, lleno a reventar de Directioners, que chillaron a la vez:
-¡FELIZ CUMPLEAÑOS, NIALL!
Me eché a llorar.
Aquel era, sin duda, el mejor regalo de todos.

Después de poner en Twitter mis agradecimientos a todas y cada una de las personas que dejaban que mis sueños se hicieran realidad, a todos los que participaron en el vídeo o me hicieron otros que yo trataría de ver en la medida de lo posible y mencionar a los amigos diciendo que no me merecía todo lo que estaban haciendo por mí, me dijeron que me cambiara de ropa, que nos íbamos a mi fiesta de cumpleaños.
Suponía que me harían algo parecido a lo que hicimos con Liam, pero me equivocaba.
Me llevaron a un auditorio.
El mismo auditorio donde empezó aquel sueño. Solo que esa vez el auditorio me conocía, sabía mi nombre y apellidos, sabía lo que hacía, conocía mis canciones.
Eri se apoderó del micrófono, como siempre. Pero esta vez Noe también la acompañó.
-¡BUENAS NOCHES!-saludaron, y el público prorrumpió en aplausos-. ¿Sabéis por qué estamos aquí?
Un gran coro de síes inundó la sala.
-¿Sabéis qué día es hoy?
-¡Sí!
-¿Qué vamos a hacer?
-¡Celebrar el cumple de Niall!
-¡No os oigo!
-¡CELEBRAR EL CUMPLE DE NIALL!
-¡Ahí lo tenéis!-Eri se atrasó un poco y extendió el brazo en la dirección por la que saldríamos nosotros.
-¡Y ahora, recibid con un fuerte aplauso a...!
Ni siquiera necesitó decir el nombre de la banda para que empezaran los gritos.
-¡ONE DIRECTION!
Salimos corriendo hacia el escenario, yo salté y las chicas se volvieron locas.
Na Na Na fue la encargada de abrir ese concierto al que habían ido las fans. Yo mismo les pregunté cuánto habían pagado para aquello, les prometí que les devolvería el dinero, y ellas contestaron que había sido gratis.
Miré a los chicos, que señalaron a Eri, ella sacó la lengua y se encogió de hombros.
-Así que-dijo ella, acercándose a mí y pasándome un brazo por los hombros-, diecinueve ya, ¿eh?
-Eso es-asentí, sonriendo. Nos echamos a reír.
-Vale, quiero que la gente que tenga 19 años aquí levante las manos.
Cientos de manos se alzaron entre el público, y ella asintió, satisfecha. Nos giramos un momento y contemplamos a Zayn y Liam, también con las manos levantadas.
-No quiero que bajéis las manos durante esta canción, ¿vale? Quiero que me acompañéis. Voy a robarles a los chicos un poco de protagonismo, ¿qué os parece?
Un rugido de conformidad. Intenté regresar con los chicos, pero ella me lo impidió.
-Y tú-dijo, golpeándome suavemente con el micrófono-, tú vas a bailar. ¿Verdad que sí?-gritó, enfocó el micro al público y se deleitó con los gritos de satisfacción.
-¿Qué me vas a cantar, niña?
-Creo que la conoces. Dice así...
Tal como me miró, creí que iba a cantar Stereo Hearts, pero no.
Nos sorprendió con un tema de su "tocaya", como nos gustaba llamarla en casa, Jennifer Lopez.
Papi.
En el estribillo me invitaba a bailar, a moverme más deprisa de lo que ya lo hacía.
-Move! Move your body, move your body, dance for your papi, rock your body, rock you body, dance for your papi. Put your hands up in the air, dance for your man if you ca-a-a-re! 
El público se movía todo lo rápido que podía, pero no era bastante.
Después de cantar varias canciones, las chicas volvieron a pedir que Eri cantara.
-Bueno, pues esta va por Zayn, que el pobrecito baila muy bien, ¿eh, Zayn?-sonrió, recordando el momento en el que, en ese mismo lugar, Zayn se había escondido entre bastidores para no bailar. Zayn se echó a reír, Eri me miró, se apoyó en mí y comenzó a sacudir las caderas igual que Alesha Dixon.
-I've got a man with two left feet, and when he dances not to the beat. I really think that he should know that his rythms go go go.
Nadie sabía cómo lo hacía, pero siempre conquistaba a su audiencia, ya fueran 2 personas o dos mil. Sería la voz, sería cómo animaba, sería la confianza que desprendía...
O cómo sabía dónde tenía la gente la fibra sensible, porque cuando estábamos acabando el repertorio, se acercó a mí y me sugirió.
-Niall, ¿y si hacemos una colaboración, tú y yo?
-¿Cuál?
Sonrió, y entonó una canción de un chico al que decía odiar.
-As long as you love me...
Noemí se unió a nosotros, pasándome un brazo por la cintura y dejándose llevar por la música mientras los chicos nos coreaban y las fans cantaban con nosotros.
Me pidió que eligiera la última canción. Los chicos no me dejaron responder, se pusieron a gritar al micrófono:
-¡Una de Demi! ¡Una de Demi!
El público se unió a sus exigencias, y yo noté cómo me ponía rojo como un tomate.
-A ver si os la sabéis-les gritó a todos, y luego se echó a reír-. Por cierto, Alba os ama.
Alba alzó las manos sobre su cabeza formando un corazón, Liam se echó a reír.
-Don't walk away like you always do, this time...-empezó, con exactamente la misma voz rasgada de Demi. La gran pantalla que teníamos detrás se iluminó, y juro que la voz empezó a surgir de ahí. Eri se giró, se llevó una mano a la frente y la separó, efectuando el saludo militar.
-¡Todos tuyos, nena!
-You're the only thing that's been on my mind-sonrió Demi.
Oh, joder.
Miré a los chicos, que volvieron a inclinar la cabeza hacia Eri.
Vaya que si amaba a la pequeña.

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