jueves, 5 de julio de 2012

Hello, my name is Eri, y les robo sueños a las Directioners.


Íbamos por la calle, riéndonos a carcajadas, como aquel día que fuimos al centro comercial, aparentemente de compras, pero en el que solo compramos dos camisetas. Nos pasamos la tarde entera chillando "Vas Happenin' Celine" "Vas happenin' with potatoes?", y recuerdo haberme empezado a tambalear de la risa cuando Alba cogió una caja de condones en el Carrefour y yo le grité: "¡No hay huevos a llevártela!", mientras ella me contestaba: "No hay huevos, no". Y Noemí se alejaba de nosotras riéndose, roja como un tomate, un poco azorada por nuestra poca vergüenza en ese momento, aunque después parecía pensárselo mejor y volvía a acercarse. O cuando Alba y yo vimos los pósters de Eclipse a 50 céntimos, y la empujamos para abalanzarnos sobre la cestita donde se encontraban. Al final, no nos los llevamos.
Todas nos reíamos como siempre. Alba caminaba más despacio que de costumbre, con los ojos entrecerrados, la boca en una anchísima sonrisa, las mejillas ligeramente sonrosadas y la mano sacudiéndose frente a su rostro dándose un poco de aire. A Noe, de vez en cuando, le daba un ataque de risa más fuerte y se doblaba hacia delante, como si le hubieran dado una patada en el estómago, solo que en vez de gemir, se reía aún más fuerte. Yo era un caso aparte. Iba de farola a contenedor de basura, pues tan fuerte era mi risa que no me sostenía yo sola en pie. Me tambaleaba como si hubiera bebido 10 vodkas, y de vez en cuando me sentaba en el bordillo a coger aire, echarme hacia atrás hasta que sentía el pelo llegar a tocarme la cadera, y me ponía a aplaudir como loca.
Creo que nos reíamos porque me puse a chillarle a una paloma: ¡KEVIN, VUELVE, TE LLEVARÉ CON LOUIS!, y la paloma me miró como si estuviera zumbada. La naturaleza es sabia.
Cuando conseguimos tranquilizarnos un poco, entramos en un bar. Aunque ya hemos entrado más veces y siempre había bastante gente, ese día solo había una mesa ocupada por cinco personas. Nos fuimos a nuestra mesa de siempre, en un rincón tranquilo desde el que podíamos controlar todo el bar (idea mía, me hacía sentir poderosa ver la gente que entraba y salía, para dejar de hacer tonterías si entraba alguien que no fuera particularmente agradable para mi gusto), al lado de una ventana (algo que le encantaba a Alba, dadas las vistas de la ciudad) y con una tele no muy lejos (eso le daba puntos a "nuestra mesa", como la llamábamos, pues casi siempre estaba puesta la Mtv y rara era la hora en la que no hubiera aparición de Justin Bieber, según Noe). Nos pusimos a cuchichear de cosas insustanciales mientras la camarera nos traía nuestras bebidas. Comentamos un poco de todo, desde la tarde y los chistes, lo que llevó a Alba a sacudir la cabeza y mirar por la ventana con una sonrisa en los labios, la ropa que habíamos visto (a Noe y a mí se nos iluminaron los ojos cuando comentamos los zapatos de tacón de una chica con la que nos habíamos cruzado), y, cómo no, nos  preguntamos por qué el bar estaría tan desierto hoy. Tal vez era porque hacía buen día y todo el mundo estaría en la playa, pero aun así, en ocasiones como esa, el bar solía contar con cinco o seis mesas llenas, no solo con dos.
Ninguna pudo evitar fijarse en los chicos que se sentaban unas cuantas mesas más allá de nosotras, tomando algo y sonriendo. Juraría que uno estaba comiendo algo. Y también, esta vez todas, juraríamos que los habíamos visto en algún sitio, aunque entre que algunos llevaban gorra y otros prácticamente se tumbaban sobre su bebida, no logramos saber de qué los conocíamos.
Me levanté de la silla.
-Pero Erika, ¿a dónde vas?-me preguntó Alba, temiéndose lo peor.
-Tranquila, mujer. Solo voy al baño.
-No hagas cosas  raras-dijo Noe, sonriendo.
-Solo contigo, mi amor-repliqué, y le di un beso en la mejilla.
-Qué mujeres, Dios mío-murmuró Alba, ahora sonriendo también, y sacudiendo la cabeza.
Cuando volví del baño, me dio un vuelco el estómago. Nuestra mesa estaba vacía, y creí que me habían dejado sola. Qué cabronas.
Entonces, una mano se alzó en la mesa donde antes estaban los chicos, solo que ahora la mesa tenía otras dos sillas más, y los ocupantes estaban más apretujados.
¿Pero qué coño han hecho estas dos? Me pregunté, mientras me acercaba a ellos. No pude por más que asombrarme al escuchar a Noe con su acento británico (londinense de la zona sur, creía, según había visto en un vídeo de un chaval que imitaba 24 formas de hablar inglés con diferentes acentos).
-And, yeah, basically we were just hanging around, chatting and this stuff, you know. Laughing out loud, and then we arrived here...
Pero mujer, no les des explicaciones de nuestra vida, que no los conoces. Y, encima, son guiris.
Al llegar a la mesa, ni siquiera me molesté en mirar a los demás: taladré a mis amigas con la mirada, preguntándoles en silencio qué se suponía que hacían. Pero ninguna de las dos me miró. Estaban demasiado ocupadas inspeccionando a los chicos como si de nuestros queridos chicos de 1D se trataran.
Se me quedaron los nudillos blancos cuando reconocí al rubio comiendo. Niall.
-Hello, lady. I'm Liam-me saludó el que siempre abría las canciones. Le sonreí.-And this are Harry-el chico me sonrió tímidamente-, Niall-el interpelado levantó la vista de su plato y me dedicó una ancha sonrisa-, Louis-no pude evitar dedicarle una sonrisa un pelín más ancha que a los demás, al fin y al cabo, era mi favorito. Él, sin embargo, se llevó un dedo a la frente y me hizo un saludo militar- and Zayn.
El último de ellos me guiñó un ojo, y también le sonreí.
-I'm so sorry, Zayn. You'll be the first one the next time, I promise-le solté, recordando un tweet que había visto hacía un par de días. Los chicos se rieron y se dieron codazos ante el gesto de Zayn, que un segundo fue de asombro para luego pasar a ser de cachondeo total. Me di cuenta de que Alba y Noemí me miraban como si fuera estúpida, porque aún no me había sentado. Sí, la verdad es que en ese momento me sentí un poco estúpida. Así que me senté pegada a Alba, en frente de Liam y en la esquina opuesta a Louis.
-¿Así que nos conoces, chica?-me preguntó Harry, aunque me dio la impresión de que la pregunta era para todas. Alba asintió toda convencida y recitó varios "yes, yes".
-¿Sois Directioners?-preguntó Zayn, observando a Noe, que era la que tenía al lado. No me di cuenta hasta mucho más tarde que a partir de ahí los chicos se pusieron a hablar en un perfecto español.
-Bueno, yo soy Belieber-dijo ella, encogiéndose de hombros. Niall dejó de prestarle atención al plato y le lanzó una mirada aprobatoria. Supuse que era la mirada que los Beliebers se dedicaban entre ellos.-Aunque me gustáis mucho vosotros, pero no quiero ser una hipócrita. No os ofendáis, pero...
-Te gusta más Justin que nosotros. Lo pillamos.-replicó Louis, quitándole hierro al asunto. -¿A quién no? Ah, claro. Zayn lo odia.
-¡Eres un mentiroso, Loue!
- Como tú con lo de que me arreglo el pelo.
Todos se lo quedaron mirando.
-De verdad eres el que más tiempo tarda en arreglarse el pelo, Lou-dijo Harry, apoyando un poco su cabeza en el hombro de su compañero. Louis nos miró.
-¡ES UNA CONSPIRACIÓN, CHICAS, NO LES CREÁIS!
Las tres nos echamos a  reír.
-Me alegra haberme encontrado una Belieber-dijo Niall, sonriéndole a Noemí. Ella le devolvió la sonrisa. Entonces, él nos miró Alba y a mí-. ¿Alguna más?
-A Alba le gustan sus canciones-intervine yo, y ella asintió.-A mí algunas, aunque no todas. No sé ni si lo seguirá en twitter.
-¿Tú no lo sigues?
-No.
Niall me dedicó una mirada fría.
-No mereces ni aire-pero entonces su cara se iluminó y me guiñó un ojo.
-Eres una mala persona, Nialler-comentó Louis, dándole un trago a su Coca-Cola.
-Yo soy Robsessed, Directioner, Rusher...
-¿Que qué?-inquirió Liam, y Alba se mostró encantada de que su chico favorito le hablara.
-Que me gusta Big Time Rush, lo de Directioner no creo que necesite explicároslo, ¿verdad?-explicó ella, los chicos asintieron.-Y Robsessed, de Robert Pattinson. Bueno-frunció el ceño-, creo que tengo algo con los británicos, igual por eso vosotros me gustáis, porque sois británicos, como Rob.
Los chicos se miraron un momento, parecían confundidos.
-Bueno, Niall es irlandés. Y yo soy Louis Tomlinson, mucho gusto-Louis le alargó la mano a Alba y todos nos echamos a reír. Ella se la estrechó. En esos momentos deseé cortarle la mano, pero bueno. Ya tendríamos más tiempo en privado.
-¿Y tú qué, pequeña Zayn va primero?-preguntó Harry. Me erguí en mi asiento.
-Yo soy Lautie. Vamos, que me gusta Taylor Lautner.
-Taylor Lautner es el amo-convino Liam, y chocamos los cinco.
-¿De dónde sois?
-De aquí, de España.
-Oh, vaya. Hola, señoritas. ¿Qué tal?- y Alba ya se empezó a reír, sabiendo lo que venía después con Liam.
-Muy bien, ¿y tú?
-¡SACAPUNTAS!-soltó él, tal y como todos preveíamos. Nos volvimos a reír a carcajadas.
-¿Sabe alguien algo más?-preguntó Noe.
-Uno, dos, tres, cuatro-dijo Zayn, satisfecho consigo mismo.
-Niall sabe cantar las canciones del Rey León en español. I just can't wait to be king es su favorita-comentó Harry, todo convencido. Alba y Noe se miraron entre ellas, y luego me miraron a mí.
-Yo voy a ser el rey león, y tú lo vas a ver-empecé a cantar, para que supieran de qué canción hablaba el rizos. Y Niall me siguió.
-Pues sin pelo en ese cabesón, un rey no puedes ser-entonó con su acento irlandés.-No ha habido nadie como yo, tan fuerte y tan velos...
-Oh, Dios-exclamó Louis, abrazando a Niall-, ¡mi niño es un artista!
Y continuamos nuestra tarde de risas. Incluso nos dimos los teléfonos (ahí lo flipamos todas, sobre todo yo).
[...]
Era el festival de fin de curso, y en el patio donde estaba la cafetería, donde el instituto hacía una U, había montado un escenario. Había un DJ en una esquina pero, dado el tamaño de las tablas, estaba claro que no era de uso exclusivo suyo. Alba y Noemí comían chuches, sentadas en el bordillo. Yo, mientras tanto, insultaba al DJ por atreverse a mezclar a Pitbull con Lady Gaga. Como se le ocurriera poner al espécimen ese con Britney, subiría allí y le partiría las piernas.
-¿Habéis tenido noticias de los chicos?-preguntó Alba.
-Harry me dijo que si me encontraba bien, o algo-suspiró Noe, contenta por compartir eso con nosotras. No le habíamos dicho a nadie que habíamos conocido a One Direction hacía un par de semanas, porque nos habrían tachado de locas, mentirosas, o las dos cosas.
-A mí me dijo Louis, y cito textualmente: "Oh, querida, disfruta de tus años de adolescencia-intenté imitar como pude su acento exagerado de inglés del siglo XVIII-, debes aprovechar cada momento de tu joven vida, pues llega el día en el que te levantas y descubres que no puedes parar de hablar de patatas y tienes conversaciones con palomas llamadas Kevin a las que les gritas Vas Happenin'."
-¿Qué más te dijo?-preguntó Alba, pues Noe ya se estaba riendo.
-Que colgaba, porque había visto a VICTORIA BECKHAM -chillé como hizo él en los video diarios. Nos sumamos a Noemí y sus carcajadas.
-Yo hablé con Niall, me dijo que tenían unos días de vacaciones, y que si queríamos podíamos ir a Irlanda. Creo que van a hacer una acampada o algo así.
-Qué guay, tía. ¡Vamos de acampada con 1D! -tuve que controlarme para no hacer fangirling allí mismo, delante de todo el instituto.
-A mí mi madre no me dejará-suspiró Noemí, triste por las expectativas que aún no se atrevía a albergar.
-Pues te rapto, joder. Y te violo consecutivamente en el avión-le prometí, apretándole la mano. Ella sonrío. Su BlackBerry empezó a sonar, y nos apartamos un poco de ella para que pudiera atender a su llamada en privado. Su cara cambió de felicidad absoluta a cuando reconoció la voz de su interlocutor, a asombro, y terminó poniéndose pálida.
-¿Qué? ¿¡Qué pasa!?
Ella hizo un gesto para que nos calláramos, asintió una vez y se despidió.
-Están aquí.
-¿Quién?-preguntó Alba, aunque sabíamos la respuesta.
-Mi abuela en moto, Alba-sonreí-. ¡Ellos, joder! ¿Qué hacen aquí?
Noemí nos explicó que estaban en el vestíbulo, esperando que metieran a todo el mundo en clase para poder ir por el pasillo tranquilamente a montar el escenario. Querían que estuviéramos con ellos, querían que cantáramos con ellos. Nos abrazamos a los chicos, y los acompañamos abajo.
Cinco minutos después, los primeros acordes de What Makes You Beautiful sonaban por todo el instituto, y todas las chicas se acercaban al escenario todo lo que podían, alargando sus manos. Noe bailaba por el escenario, preferiblemente con Harry, pero de vez en cuando cambiaba de pareja y se iba con otro chico, feliz. Al fin y al cabo, era nuestro último día. Alba y yo estábamos al fondo, un poco apartadas, pero mirábamos a las demás como diciendo: "¿Habéis visto? Estamos compartiendo escenario con One Direction. Jodeos todas".
En un descanso, Niall y Noemí vieron una furgoneta con la cara de Justin Bieber pasar por la calle. Se miraron un momento, y salieron disparados a la puerta del instituto, a perseguirla.
-¡Niall, tenemos que cantar! ¡Nos quedan canciones!
-¡Que me sustituyan, que es Justin, venga!-chilló el interpelado, antes de desaparecer por los pasillos.
Me acerqué a Zayn y le toqué en la espalda.
-Bradford, quiero cantar More Than This. One Thing y WMYB ya las habéis cantado, y solo sé esas tres.
-¿Se sabrá Alba las demás?-preguntó él, inclinándose hacia mí para oír mi respuesta a pesar de los gritos de las chicas.
-Creo que sí. Seguramente.
-Vale. Voy a decírselo a Liam, pero no creo que haya problema.
Y empezaron a sonar los acordes de More Than This. Le pedí a Louis (con un poco de cara, la verdad), que me ayudara a no ponerme histérica y desafinar, intentando que captara la indirecta. Y, cuando me adelanté para empezar a cantar los versos de Niall (If I'm louder, will you see me?), Louis me cogió la mano, y se acercó a mí. Eso me puso muchisimo más nerviosa, pero por lo menos, no la cagué.
A la vuelta de Niall y Noemí, todos nos abrazamos, y fuimos a despedirnos al vestíbulo. Louis me llevó aparte y me colocó un mechón de pelo detrás de la oreja.
-Si tuvieras un par de años más, o si vivieras en Inglaterra, tantas cosas serían distintas, mi niña...-suspiró, besándome en la frente.
-Pero... ¿y Eleanor?
-¿Eleanor? ¿Qué Eleanor?
Entonces me di cuenta. En ese universo paralelo, en el que Louis Tomlinson se sentía atraído por mí, Eleanor Calder no existía. Lo abracé con fuerza, deseando que Danielle tampoco lo hiciera, y que Alba se lanzara a decirle a Liam que era su favorito, y que Noe hiciera lo mismo. Besé suavemente a Louis en la mejilla, mientras él me apretaba la cintura, deseando que ellas se dieran cuenta también.

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