miércoles, 22 de agosto de 2012

Niall.

Me giré un momento para comprobar que los chicos estaban detrás de mí, porque los conocía lo suficiente como para saber que, si se les presentaba la oportunidad, se largarían corriendo y me dejarían solo ante el peligro.
Como habían hecho cuando me eligieron para que hiciera una carrera  con tacones (mi adoración a las chicas, sobre todo a Eri, que era la que más los llevaba en actos importantes, había aumentado considerablemente desde aquel episodio).
O cuando Louis soltó que había dormido con Carly Rae Jepsen una vez.
O cuando nos lanzaron un peluche al escenario, Liam lo cogió, me lo dio y les dijo a las fans que estaban allí (y, por consiguiente, a todo Youtube) que llamaría al peluche Demi Lovato y que dormiría con él todas las noches.
Aún me preguntaba por qué quería tanto a aquella panda de hijos de puta de los 90.
Louis alzó los pulgares y me enseñó todos los dientes, imitando a Harry, que le dio un codazo en las costillas. Zayn dio un sorbo de su CocaCola, me la ofreció y luego empezó a sacudirse mientras chillaba ¡energy juice! ¡energy juice!
Liam se encogió de hombros con cara de no haber roto un plato, y luego clavó la vista en las chicas.
Así que me giré y salí al jardín.
Eri se balanceaba suavemente, apoyada en un pie, en la hamaca, mientras devoraba con ansia su libro (la tía era capaz de leer la friolera de 13 sílabas por segundo, POR SEGUNDO, según el test del Brain Trainning). Se colocaba  cada dos por tres un mechón de pelo detrás de la oreja, que a los pocos segundos se escapaba y, debido a la brisa que corría, regresaba a su posición de incordio absoluto, cruzandole la cara justo enfrente de los ojos.
Alba chapoteaba en la piscina, sumida en sus pensamientos: daba largos y más largos, de espalda, a crol, dando vueltas y combinando ambos estilos, luego, de repente, se detenía, cogía aire y bajaba hasta el fondo de la  piscina, se quedaba allí unos segundos y emergía con una rapidez que dejaba claro que se había impulsado en el fondo. Nos miró un segundo, se quitó el pelo de la cara, saludó con la mano y siguió con su rutina.
Y Noe balanceaba la cabeza al ritmo de la música que escuchaba con su BlackBerry mientras tecleaba de manera frenética en el portátil que le habíamos prestado. Comentaba fotos, estados, chateaba y twitteaba a una velocidad de vértigo, y todavía le sobraba cerebro para entonar As Long As You Love Me.
-As long as you love me, we could be starving, we could be homeless, we could be broke. As long as you love me, I'll be your platinum, I'll be your silver, I'll be your gold. As long as you-tomó aire y- LOLOLOLOLOLOLOLOLOLOLOLOLOLOLOLOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOVE ME.
Eri le tiró una de sus chanclas.
-Cierra la puta boca, esto se pone interesante-ladró en español, y noté las miradas inquisitivas de los chicos en mi espalda. Me encogí de hombros sin apartar la vista de ellas. Noe le dirigió una mirada envenenada, se puso a cantar a grito pelado, y Eri levantó la cabeza y la fulminó con la mirada. Entonces, Noe se calló.
Bueno, al menos era inteligente, porque en caso de pelea sabíamos todos quién iba a ganar. Eri. Básicamente porque era más alta y pesaba más que ella (aunque hubiera adelgazado la de dios).
Le soltaría a mi Belieber un bofetón que igual la dejaba seca en el sitio.
-Lleva poniéndose interesante media hora-comentó Alba, nadando al estilo perrito mientras las miraba a las dos.
Eri se encogió de hombros, lo que aumentó su balanceo considerablemente.
-Esto lleva interesante desde que abrí el libro-susurró, volviendo a concentrarse.
Uno de los chicos me empujó suavemente hacia ellas.
-Venga, Nialler, solo son las chicas. No te van a comer.
Bueno, visto de esa forma...
-Chicas-las llamé. Alba y Eri me miraron, pero Noemí siguió a lo suyo. Alba frunció el ceño, se sumergió, avanzó buceando hasta ella y emergió rápidamente. Noemí chilló, asustada. Se quitó los cascos y giró la cabeza para mirarme.
-¿Qué pasa, Nialler?-preguntó Alba. Eri puso el marcapáginas en su libro y alzó una ceja, curiosa.
Oh, joder. Oh, joder.
-Liam quiere deciros algo-farfullé, dándome la vuelta y tratando de colocarme detrás de él. Pero Louis fue más rápido, colocó su mano en mi cara y me obligó a darme la vuelta.
 -Oh, venga, ¿se ha muerto alguien?-el rostro de Eri se iluminó-. ¿El Justiniano? ¿Vamos a ir a su funeral?
Noemí se abalanzó sobre ella y la tiró de la hamaca mientras trataba de arañarla, inútilmente. Eri la apartó lo más lejos que pudo mientras Noe daba zarpazos al aire, intentando alcanzarla. Alba suspiró, metió la cabeza debajo del agua y buceó hasta el centro de la piscina. Comenzó a chapotear con fuerza en dirección a sus amigas.
-¡Vale! ¡Ya basta! ¡Vale!
Esta vez fue Eri la que se cabreó. Corrió hacia ella y se detuvo en el borde de la piscina.
-Mójame el libro y te juro por mi madre que no verás un nuevo día.
Alba se echó a reír, sonrió, la cogió del cuello y tiró de ella hasta meterla en el agua.
Noemí las siguió tirándose en bomba.
Liam suspiró.
-Chicas. Chicas.
-¡¡CHICAS!!-bramó Louis, como cuando le gritó a Harry en el oído que Mary era suya, SUYA.
Todas se detuvieron y lo miraron.
-Queremos...-empecé, retorciéndome la camiseta. ¿Y si me decían que no? ¿Y si no querían que fuéramos? ¿Y si les daba cosa? ¿Y si no les apetecía volver a casa? ¿Y si...?
Niall, llevas toda la vida con tus "y si, y si..." Katy ha dicho sí. Punto. Estás dentro. Esto es real. Estamos aquí, escuché a Zayn decirme mucho tiempo atrás. Zayn pareció recordarlo, ya que puso su mano en mi hombro y me lo apretó.
Mataría por un buen filete de ternera ahora mismo para no tener que hablar.
Se acercaron al borde de la piscina y me miraron, animándome a hablar.
Joder, eran mis amigas. No iban a comerme vivo.
-Ir a España-solté de repente, temiendo echarme atrás en el último momento.
Se miraron entre ellas. Alba asintió, Noe se encogió de hombros, Eri las miró a ambas, sonrió y dijo que por ella, ya estábamos en el avión.
Empecé a dar saltos de alegría mientras Harry tiraba de ellas para sacarlas del agua. Las abracé, estaban empapadas, pero no me importó. Eri se echó a reír mientras comprobaba que tenía el bikini correctamente colocado, Alba se sorprendió un poco con mi reacción, y Noe empezó a dar saltos conmigo (aunque terminé arrastrándola al aire yo solo, no sabía por qué, pero en aquel momento saltaba varias veces mi altura).
Les llevó una tarde organizar el viaje, así que al día siguiente estábamos los ocho en el aeropuerto, esperando que nos llamaran para nuestro vuelo. Habíamos cogido uno que salía muy pronto, en parte para aprovechar el día, en parte para que no hubiera mucho barullo en el aeropuerto. Al fin y al cabo, las fans eran muy pasionales, algo que nos encantaba, pero muchas veces estuvimos a punto de perder el vuelo porque queríamos estar con ellas, y justo en aquel momento ese avión no nos iba a esperar, porque no era solo para nosotros.
Louis y Zayn se giraron para mirarlas mientras ellas inspeccionaban el aeropuerto, pues nunca habían estado en aquel. Siempre habíamos ido al de Heathrow, pero, por alguna razón, cogimos un vuelo que salía del London City Airport.
-¿Habéis ido alguna vez en primera, chicas?-preguntó Zayn mientras Louis las miraba a las tres y luego volvía a mirarlo a él.
Negaron con la cabeza, impresionadas.
-Uf, lástima-comentó Louis, pasándole un brazo por los hombros a Zayn-. Esta no será vuestra primera vez.
Eri le dio un bolsazo a Lou.
-¡Eres imbécil, Louie!-pero se echó a reír. Louis le acarició la mejilla y se inclinó para susurrarle algo al oído. Ella sonrió, asintió y le contestó en susurros.

Sorprendentemente, éramos los únicos pasajeros de aquel avión. Bueno, era lógico, al fin y al cabo, todo el mundo iba a Heathrow, y era muy temprano (las siete de la mañana).
Una vez pudimos desabrocharnos los cinturones, Eri miró a Noe y a Alba.
-Dale caña, Noe. Vamos a enseñarles a estos qué es música.
Alba negó con la cabeza mientras se mordía el labio inferior, divertida; ella la ya sabía lo que tenían pensado las otras dos. Noe se echó a reír, asintió y buscó algo en su BlackBerry.
Pulsó un botón y empezaron a sonar los primeros acordes de Boyfriend. Pero, justo cuando él empezaba a cantar, Eri se adelantó.
-I'm the Justiniano and I like to rapear, rapeo paara alante y rapeo para atrás, rapeo para arriba y rapeo para abajo, la cosa es que ya no tengo trabajo.
Alba empezó a reírse a grito pelado mientras aplaudía igual que lo hacía Noemí, y Noemí se unió a Eri en el estribillo.
-Me mola ser, El Justiniaa-ano, oye nena, déjame decirte algo.
-Soy el Justiniano. Me gusta rapear. Rapeo para alante, rapeo para atrás. Rapeo para arriba-empezaron a apuntar al cielo mientras Louis se aguantaba la risa para seguir escuchando a su novia-, rapeo para abajo-pusieron caras largas y le dieron a su voz un tono grave al tiempo que apuntaban al suelo-. La cosa es que ahora, no tengo trabajo, no tengo trabajo.
Alba empezó a llorar en ese punto de la risa mientras los chicos luchaban por no empezar a carcajearse y perderse el especátulo.
-Currículo aquí.
-Currículo alláaaaaaa.
-Estoy hasta los huevos de dejar el currículo.
-Si fuera por mí, mandaría la criiisis...
-A tomar Fanta y taluego.
-Nanana, nanana, nanana.
-Paaaaaaaaaaaro.
-Nanana,nanana,nanana.
-Criiiiiiiiisis.
-Nanana,nanana,nanana.
-Paaaro.
-Nanana,  nanana, nanana.
-¡APÚNTATE AL PARO!-ladraron antes de empezar a reírse como locas.
 -Decidles que canten Where Have You Been, que os meáis-sugirió Alba mientras aceptaba el pañuelo que le pasaba Liam.
Noe buscó en su BB pero negó con la cabeza.
-No la tengo.
-Yo sí-replicó Eri, revolviendo en su bolso y sacando el iPod. Paseó los dedos por la rueda pulsable hasta que llegó a la canción. Levantó la vista y miró a todo el mundo: a Louis y a mí, sentados en la misma fila que ella (porque yo sabía que si me ponía con ellos iba a estar riéndome todo el viaje), a Harry y Noe, sentados en la fila de al lado, y a Zayn, Alba y Liam, en la fila de detrás de ellos. Noe se incorporó, miró a Alba y luego a Eri. Asintió con la cabeza.
Eri le dio al play y empezó a cantar.
-He estao en toas partes, lo he visto todo.
-Quiero que sepas, que me gusta el lodo.
-He estao en toas partes, buscando un novio.
-Buscando un novio.
-Buscando un noviooooooooooooooo-entonó Eri, aguantando la risa. Louis empezó a balancearse y se apoyó en el asiento delantero, intentando no reír.
-¿Dónde has estaaaaaaao?-cantaron las dos a la vez-. No te he podío encontrar. ¿Te escondías de mí, eh? ¡PERRO SUBNORMAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAL!
Ya no pude más, y empecé a reírme como si no me hubiera reído en mi vida.
-Dónde has estao tóa mi vi-i-i-i-i-i-i...
-Dónde has estáo tóa mi vi-i-i-i-i...
-¡¿DÓNDE. HAS. ES.TÁO. TOA, MI VIIIIIIIDA?!
Y así siguieron, destrozando canciones durante todo el viaje.
En un momento dado, comenzó a sonar One Thing, y todos las miramos, pendientes de lo que iban a hacer.
-He intentado ser guaaaay.
-Pero cuando me miraas.
-No puedo serlo má-as.
-Porque te quiero fo-llar.
Los chicos no entendían lo que decían, pero por la mímica que hacían ellas debían de hacerse a la idea, y se reían  como locos.
-Pégame un tirooooooo.
-No te puedo ver así.
-En brazos de otro.
-Entregando, tu a-mor.
-Hay algo que no va bien.
-Algo que no encaja aquí.
-Ah, sí, que no estás por mí.
-Bueno, eso se puéde mejorar.
-Te voy a ena-morar.
-Así que.
-¡DIME, DIME, QUÉ TENGO QUE HACER, PARA HACERTE MÍA, JO-DER! ¡TIENES, ALGO, QUE ME ENAMORA, Y NO SÉ LO QUE ES! ¡DIME, DIME, QUE ME QUIERES! ¡ESTÁS TODA BUENA, HI-JA! ¡TIENES, ALGO MUY, MUY ESPECIAL! ¡QUIERO SABER QUÉ ES ESA COSA!
-¡SÍ!
-¿QUÉ, ES. ESA. COSA?
-Ahora soy Spiderman.
-AHJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA CABRONAS-grité, pero todos me mandaron callar, y yo me retorcí de la risa en mi asiento.
-Pero te va Superman.
-Siento no ser un Batman.
-Buenorro-y con pas-ta.
-Hay algo que no mola.
-Ni siquiera sé cómo te llamaaaaaas.
-Pero muero por tenerte aquí.
-Y ponerte-a. Pa rir.
 -¡Así qué!
-¡DIME, DIME, QUÉ TENGO QUE HACER, PARA HACERTE MÍA, JO-DER!
Y así se pasaron todo el vuelo. Cuando bajamos, ellas apenas podían hablar, pero yo estaba peor: me dolían los abdominales que me moría.
Ese dolor mereció la pena.

Estuvimos dos días en el pueblo de cada una, aunque el primero lo pasamos en Avilés, la ciudad de las  tres.
Después de echarlo a suertes, decidimos que nos largábamos a casa de Eri. Ella llamó a sus padres para pedirles permiso (aunque pensaba meternos en casa igual, según ella). Así que el primer día que pasamos en España lo dedicamos solo y exclusivamente a jugar a la Play.
No.
Es coña.
Fuimos por ahí a hacer turismo un rato. Primero nos llevaron por el casco histórico de la ciudad (se detuvieron en el cine expresamente para que Alba y Eri pudieran acariciar los pósters de Amanecer como si Taylor Lautner y Robert Pattinson estuvieran realmente allí, ante los gestos de disgusto de Liam y Louis),  luego regresamos a casa de Eri a comer, y volvimos a salir por ahí a investigar más a fondo la ciudad.
Sí que echamos unas partidas a la Play, mientras las chicas preparaban la comida (nos habíamos ofrecido a ayudarlas pero nos lanzaron una mirada de Meteros en la cocina y nuestros países entran en guerra que no disuadió al segundo). Así que allí estábamos, jugando al Ridge Racer (Louis sonrió y dijo que ahora sabía por qué le gustaba tanto Eri), cuando ellas nos llamaron para ayudarlas a poner la mesa. Alba se asomó a la puerta, miró la partida que estaban echando Liam y Harry, nos observó a Zayn twitteando y a Lou y a mí mirando, negó con la cabeza y sonrió.
Una vez la mesa estuvo preparada, Noe y Eri colocaron dos platos gigantes en el centro, tapados con una de estas típicas tapas de los restaurantes.
Un olor que me resultaba familiar pero desconocido a la vez flotó hasta mí.
-¿Qué es?-preguntó Harry, intentando levantar la tapa y apartando rápidamente la mano cuando Noe le pegó con la cuchara que habían usado para cocinar en los nudillos. Sacudió la mano y la taladró con la mirada.
Alba y Eri me miraron.
-¿Niall?-intervino Eri. Negué con la cabeza-. Te va a encantar, créeme.
Destaparon los platos y todos contuvimos el aliento.
-Os... quiero-susurré, observando las dos tortillas gigantes que tenía ante mí.
Llevaba toda la vida con ganas de probar aquella especie de tarta de patata.
Y ahora iban ellas y me hacían dos.
Bueno, nos las hacían.
Bueno, me las hacían. Todos sabíamos que iba a comer yo tanto como ellos juntos.
Cortaron varios trozos y nosotros empezamos a comer. Alba se sentó con Liam, pero Eri se disculpó con Louis, alegando que quería ponerse a mi lado para traficar con tortilla. Él hizo un gesto con la mano y dijo:
-No pasa nada, nena.
Ni siquiera la había mirado, tan ocupado estaba devorando ese manjar celestial.
-Habíamos pensado en poneros jamón y cosas así...-murmuró Noe.
-Pero no pudimos cortarlos-terminó Alba.
Levanté la mirada y miré a las tres españolas.
-¿Y si los cortamos nosotros?
Eri se encogió de hombros.
-Será por embutidos ibéricos, irlandesito. ¿De cena?
Todos asintieron, y Eri sonrió, satisfecha.
Por la noche nos largamos a una discoteca donde las chicas saludaron a unos cuantos amigos, entre ellos el chaval que había estado en la clausura hacía un par de días. 
Nos fuimos hasta un rincón de la discoteca donde pudimos observar cómo Zayn y Harry andaban a la caza de una buena mujer con la que darse un revolcón (a pesar de que este último tenía a Noe a un par de metros de distancia, hablando con unas chicas que no conocía).
Eri cruzó las piernas y estudió los movimientos de cabeza y los gestos que Harry y Zayn intercambiaban cuando creían encontrar a una buena candidata.
Liam y Alba estaban en la pista, por ahí perdidos, seguramente ella encantada con el flick de él.
Y Louis no paraba de dar vueltas de un lado para otro, sin saber muy bien qué hacer, hasta que empezó a sonar una canción, entonces él asintió con la cabeza y se acercó a Eri.
-A bailar, nena-dijo, tirando de ella y obligándola a levantarse. Ella le dedicó un gesto de fastidio.
-Estoy hablando con Niall-protestó. Louis me miró un segundo, y yo levanté los brazos, divertido.
-¡Te la dejo un momento!
Louis sonrió, pero ella sacudió la cabeza, alzó la vista y musitó sin mirar a ninguno en particular.
-No sabéis cómo me encanta que habléis de mí como si fuera un objeto.
-Y a nosotros.
Frunció el ceño y lo taladró con la mirada, tamborilenado con los dedos en su pecho. Él le guiñó un ojo.
-Venga, mujer, si te encanta esta canción.
-Sí que me gusta...-convino ella, se giró para mirarme-. ¿Te importa que...?
-Vete, anda-la invité, recostándome contra el sofá.
Media hora después, ella y yo nos preparábamos para volver a casa. Porque yo estaba hasta los huevos de mirar a la gente y ella hasta los huevos de dar vueltas por ahí sin saber qué hacer.
Así que allí estábamos, atravesando las calles oscuras cuando ella se giró hacia mí y me contempló a la luz de las farolas, subida a sus sandalias de tacón de ocho centímetros.
-¿Sabes qué tiene pensado hacer Harry con Noe?
La forma en la que puso los brazos en jarras y su gesto de preocupación me invitó a que no le mintiera, a que le dijera la verdad.
-No lo sé-susurré, encogiéndome de hombros.
Ella asintió con la cabeza, con la mirada perdida.
No nos acostamos directamente cuando llegamos al piso, sino que nos dirigimos al salón y encendimos la Play. En realidad, ella estaba cansada de observar a la gente, gente que no era intersante para ella, y escuchar aquella música que no le gustaba.
Me armé con un bote de Nutella y me senté a contemplar las carreras de coches en las que ella competía.
No llegamos a ver la cara de mala leche que traía Noe cuando los demás volvieron a casa. Nos quedamos dormidos mucho antes.
Al fin y al cabo, como Eri había dicho, aquello no era una gala de los Oscar, así que no teníamos por qué estar aguantando gilipolleces cuando podíamos volver a casa en cuanto quisiéramos.
Pero la bronca de Harry y Noemí fue monumental, según me contaron los chicos.
 Y ella y yo lo vimos reflejado en el pueblo de Noe, la primera parada que hicimos en nuestro Tour de Pueblos Españoles 2012. Mientras Liam y Alba y Louis y Eri compartían cama, Noe dormía sola en una litera, Zayn dormía en la de abajo y yo dormía en el salón con Harry, que por las noches no paraba de mandar mensajes de texto y de lamentarse porque le habíamos metido en un sitio donde no había mujer alguna a la que echarle el ojo.
 En defensa de Noe podría decir que Harry a veces era demasiado insensible con los sentimientos de las chicas que lo rodeaban, aunque a veces notaba nuestro estado de ánimo con solo mirarnos.
Cosas del rompecorazones de la banda.

La estancia en el pueblo de Alba fue más normal, o al menos eso me pareció a mí. Fuimos los dos días que estuvimos allí a la playa, y, por lo menos, Noe y Harry no intentaron ahogarse el uno al otro. Supuse que eso era buena señal. Estaban lejos de hacer el tonto los unos con los otros como Louis, Liam y sus respectivas novias, pero por lo menos no se notaba el odio en el ambiente.
El pueblecito de Alba fue el que más me gustó, pero donde mejor me lo pasé fue en el de Eri. El primer día que llegamos ya empezamos fuerte: Liam sugirió hacer una Twitcam, y todos estuvimos de acuerdo, así que allá fuimos.
Saludamos a las fans y empezamos a hacer zapping en la tele, mientras en una esquina Eri aparecía leyendo un libro. Varias Directioners se mostraron curiosas por aquella chica, y preguntaron quién era.
-Eri, preguntan por tí-informó Liam mientras se sacudía al ritmo de la música que escuchábamos por Internet. Ella levantó la cabeza, miró la pantalla, sonrió y agitó una mano.
-Hola-saludó, para luego volver a sumirse en la lectura. El sonido de su voz bastó para que algunas la reconocieran.
¡OMG, OMG, DE VERDAD ES ELLA? LA DE LOS JUEGOS? OMG OMG DECIDLE HOLA DE MI PARTE twitteó una entre los millones de Follow Me Boys que había en ese momento. Sonreí.
-Te conocen, Eri.
Ella asintió con la cabeza, pero no abandonó la lecutra.
-Quieren que te unas-comentó Zayn, fuera de plano, provocando la locura de los tweets. Harry se giró para mirar la parte de atrás de la pantalla del ordenador, sentado en primera fila, contemplando la tele embobado.
Estaban echando Victorious, y a él no le importaría liarse con la pelirroja, Ariana Grande. Así lo expresó un segundo antes de que Noe se levantara hecha una furia y anunciara que se iba a dar una vuelta. Alba decidió acompañarla, así que alucinaron cuando volvieron a casa y vieron a Eri y Zayn bailando al ritmo de Nicki Minaj, poniendo caras raras y haciendo playback mientras las Directioners chillaban que aquella chica era la hostia.
Lou pasó entre ellos y la cámara, hizo un gesto de "están locos, dejadlos en paz" y se sentó en el sofá a observar los movimientos de su chica.
A una fan se le ocurrió la brillante idea de preguntar cuánto llevaban juntos.
Eri y Zayn se quedaron helados, se miraron entre ellos y observaron el tweet, que rápidamente desapareció de sus ojos.
-No estamos saliendo-dijo Zayn.
-A ver, yo quiero muchoa Zayn, pero no en ese sentido. Somos amigos.
Zayn sonrió y le dio un beso en la mejilla, alborotando aún más a la gente.
-¡Venga, que sabéis cómo soy!-ladró, y todos nos echamos a reír.
La chica insistió en que ella estaba con uno de los chicos. Louis y Eri se miraron un segundo, lo suficiente como para hacer saltar las alarmas entre las demás.
¡Las fotos son verdad!-intervino una.
-¡Pídele matrimonio, BooBear!-sugirió otra, haciendo que las demás rápidamente secundaran aquello.
-¡CANTAD VALERIE!-exigió una, y el resto de videntes comenzaron a hacerse coro de ella.
Así que Lou y Eri accedieron a aquello, para luego seguir con su sesión de bailes extraños, mientras Noe cantaba, Alba nos miraba a todos con cara de flipada y yo narraba lo que estaba viendo como si fuera un reportero de la CNN.
Básicamente, de tanto reírme, al día siguiente apenas podía levantarme de la cama.
A pesar de que a los padres de nuestra anfitriona no les hizo especial gracia nuestro comportamiento. Pero eran cosas que pasaban.
Siempre hay alguien que se queja de que el pollo que hace tu madre está salado.
O que te pregunta qué pasa si tienes diez tartas y un amigo te pide dos. Tú respondes que sigues con diez tartas.
Entonces insiste.
-¿Qué pasa si tu amigo coge dos tartas a la fuerza?
Mi respuesta es clara.
-Que tengo diez tartas y un cadáver.

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